Sorprendente: Aún en 2019, Estas Insólitas Prohibiciones Se Aplican Para Mujeres
El mundo avanzó a tal punto que las mujeres, y muchos hombres que acompañan la misma ideología, están luchando para que se les reconozca tanto como se lo hace con el sexo masculino.
Desde oportunidades laborales en los máximos puestos jerárquicos que son casi totalmente ocupados por hombres, hasta el maltrato del día a día y la discriminación tan sólo por ser femeninas, hasta insólitas prohibiciones como las que repasaremos son las que sufren las mujeres. ¿En dónde quedó la igualdad?
A contramano del mundo

Ciertas sociedades, en donde la religión está fuertemente arraigada, instan a que la mujer ocupe un espacio limitado en donde no se puede expresar libremente.
Un hecho que sería considerado de lo más aberrante en el mundo, puede llevar a una mujer famosa en Egipto a pasar cinco años en la cárcel. Se trata de la actriz egipcia Rania Youssef que por dirigirse a un festival, puso en riesgo su libertad.
Se enfrenta a cargos penales

Rania Youssef, de unos 30 años habría cometido un ilícito para el poder judicial de su país cuando en el festival del Cairo en diciembre de 2018 se presentó con un ropaje negro el cual permitía ver más de lo que supuestamente podía mostrar en público.
El vestido que exhibía su cuello y sus piernas de manera completa por ser transparente le generó una causa por obscenidad pública y de no ser por una buena actuación de sus abogados, iría hasta por cinco años a la cárcel.
Egipto, un país musulmán

Egipto puede ser conocido por sus inmensas pirámides, pero el país con más de 100 millones de habitantes se rige por una cultura musulmán en su gran mayoría que es muy conservadora.
Su devoción hacia la religión es tal que en 2016 un novelista de aquel país fue acusado de obscenidad por un libro que había escrito en el cual hacía referencia al sexo y a las drogas. Tiempo después, acabó dos años en prisión. Por ello, la situación de Youssef no podría acabar de buena manera.
Una cultura que avala hechos insólitos

Es difícil entender qué está bien y qué mal en el mundo. Aquello que se considera parte de la cultura y aquello que no es bien tomado. ¿Por qué ciertas drogas -medicamentos- son legales y otras -consideradas como las "drogas malas"- no lo son?
Entre todo esto podemos encontrar un choque de cultura que se da en el país de medio oriente, Arabia Saudita. Allí, las mujeres no pueden mezclarse con los hombres en ciertos lugares, ni conducir y demás.
¿Incapaces al volante?

En muchas culturas del mundo existe un entendimiento que las mujeres conducen de peor manera que los hombres, pero es más una broma que se hace entre sexos que una realidad ya que no es posible de fundamentar.
En Arabia Saudita e Irak, entre otros países, las mujeres tienen prohibido el manejar un coche. Las autoridades lo han justificado a través de que, "es una forma de cuidar a las mujeres porque de manejar deberían destapar sus rostros y dejarían más su hogar".
No son aptas para todos los trabajos

En concordancia con lo que se discute en muchas otra zonas del planeta, que las mujeres no ocupan un lugar de relevancia máximo en casi ninguna de las compañías más relevantes de la tierra yace que tienen restricciones para trabajar.
La familia real Saud, que es una dinastías de las más poderosas del mundo árabe, no permite que el sexo femenino acceda a algunos trabajos. Así es que casi todas las mujeres se dedican a áreas como educación y medicina.
Cuasi discriminación

Algunas de estas ordenanzas están tan incrustadas en la sociedad que podría hasta parecerte normal si vives durante algunos meses en algunos países del medio oriente. Las mujeres no pueden mezclarse con hombres solteros y es por ello que en restaurantes o demás lugares públicos, hay una fila para hombres y otra para mujeres.
También se aplica a los centros comerciales en donde no todos dejan pasar a mujeres, en algunos sólo a personas solteras y también sólo a familias. Hasta hay centros comerciales divididos para familias y personas solteras por otro lado.
Un paso hacia adelante

Hace algunos años atrás, hasta se pudo observar que existían gimnasios sólo para mujeres dentro de Arabia Saudita. Fue la dinastía que gobierna el país que decidió cerrarlos. Esta prohibición también afectaba a las clases de gimnasia que se daban para mujeres en las universidades y escuelas.
Por todo ello, casi nunca hubo -hasta los últimos años- una representante femenina por parte de Arabia Saudita ni grandes mujeres profesionales. Esta circunstancia le ha llevado a discutir en varias ocasiones con el Comité Olímpico Internacional, ente de los Juegos Olímpicos.
Nada de cines

Esta cultura tan diferente a la que vivimos nosotros hoy en día lleva a que en Arabia Saudita no exista el cine. Podrás preguntarte qué tiene que ver ello y qué culpa tienen los grandes actores de Hollywood que te podrás perder si eres saudí...
La razón recae en que se prohibieron los cines porque se cree que en ese ambiente los hombres y las mujeres pueden llegar a mezclarse sin ser controlados. E increíblemente, según el sitio iMujer, "el estar mezclados llevaría a que se cometan actos no permitidos antes del matrimonio".
En Irán, la rama femenina no puede estudiar

Quizás uno de los puntos más graves para una persona es el coartarle la posibilidad de estudiar, de educarse y crecer. Es por ello que lo que ocurre en Irán, bajo el mando de Hasan Rohani es inaudito.
Las mujeres no pueden ingresar a la universidad, a ninguno de los 36 centros educativos que se tiene en el país o a cualquiera de las 77 carreras porque se argumenta que "son de un solo género".
¿A qué le temen?

Que las mujeres no puedan conducir para "que se queden más tiempo en la casa" o demás justificaciones de los líderes políticos parecen que se han quedado atrasados en el tiempo.
Increíblemente, cuando se los interroga de la razón por la cual no dejar a una mujer instruirse, estos responden -tal como Shirin Ebadi, ganador del Premio Nobel de la Paz-: "se pretende evitar efectos secundarios que podría tener el aumento del nivel de instrucción de las mujeres". Algo así como que es más fácil gobernar para gente no instruida y sin herramientas que educada y capacitada.
¡No pueden ni divertirse!

Desde que son niñas, las iraníes deben conformarse con cualquier otro juguete menos éste que es el más conocido a nivel mundial para una mujer que está creciendo, la Barbie.
Estas muñecas representan una imagen de numerosos símbolos occidentales que desde el Ministerio de Cultura y Guía Islámica no son aceptados porque según ellos reflejan a héroes y mártires del islam.
No tienen libertad

En Arabia Saudita, las mujeres siempre deben ser acompañadas de un tutor masculino al cual se lo denomina Mahram que puede ser su padre, su hermano, marido o hasta un hijo. Ni siquiera tienen el derecho de vagar libremente por la calle, o abrir una cuenta bancaria sin que este tutor esté con ellas.
"Una vez tuve un accidente con un taxi y la ambulancia se negó a llevarme al hospital hasta que llegara mi guardián de sexo masculino" reveló Rulaa de Riad al New York Times.
Nada de deshonras

En otras de las prácticas limitantes que una mujer de Arabia no puede realizar es que si deshonran de alguna manera a su guardián, este puede, y hasta debe, castigarla.
Se conoció en 2007 que un hombre mató a su hija cuando la descubrió que estaba chateando vía Facebook con un hombre. O también una pequeña que se había dirigido a la librería sin el permiso de su esposo y al regresar éste la golpeó reiteradamente.
Como Rania Youseff, nada de mostrar el cuerpo

Si a Youseff se le caerá con todo el peso de la ley por haber vestido un ropaje transparente, a otras mujeres que exhiban alguna parte de su cuerpo también. El sexo femenino debe cubrirse con una túnica negra denominada la abaya. Este velo deja sólo al descubierto el rostro, y la mayoría, únicamente los ojos.
Hasta hace poco tiempo, las mujeres extranjeras también debían taparse con un velo. En la actualidad, sólo luciendo una abaya pueden circular.
La mayoría, en casa...

Que la mujer se ocupe de todo lo que la casa necesite es un hecho que ocurre en la gran mayoría de las sociedades, aunque quizás no tan al extremo como en Riad o todo Arabia Saudita.
El 63% de las mujeres del país no practican tareas por fuera de su casa y hasta las propias familias de estas no ven con buenos ojos que ellas trabajen fuera de los límites. También, las mujeres pueden sufrir la negativa de su mahram -aquel protector que mencionamos anteriormente- y éstos decidir que no puedan trabajar.
Una práctica anulada pero aún habitual

Romper con una cultura de cientos de años puede ser difícil aún cuando el plano legal queda resuelto. Desde 2005 que se prohibieron los matrimonios arreglados o forzados en Arabia Saudita pero se sabe que aún se practican de manera habitual en un país en donde no existe una edad mínima para casarse.
"Se vive esposada a la sociedad, a las leyes, como si estuvieran en nuestra contra. Se casan antes de los 20 años para escapar, pero el hombre con el que se casan no es distinto a su padre o hermano." relató Bashayr de 19 años.
Rápidamente... a prisión

Cualquier contravención que alguien del género femenino realice es rápidamente apresada. Ya sea por el código de vestimenta, el diálogo con un hombre que no sea su protector o cualquiera de estas leyes, es llevada a prisión.
Para que pueda recuperar su libertad, sólo su guardián puede dársela al dirigirse al centro de detención y firmar un documento en donde se hace cargo de ella. Sí, como si fuera un objeto... patético. A tal punto, Sarah, una doctora en Riad manifestó: "Cada vez que quiero salir de casa tengo que pedirle permiso a mi hijo adolescente".
Apenas una batalla ganada

Una de las pocas condiciones en la cual han podido vencer las mujeres es que en las tiendas de ropa no sean únicamente personas masculinas las que atiendan sino que a partir del 2012, sean del sexo femenino.
"Mi guardián me prohíbe visitar a mis amigas o ir a los centros comerciales sola. Es un aislamiento completo y total de las alegrías de la vida" explicó Malak de la ciudad de Abha.
No pueden dirigirse a centros religiosos o cementerios

Por más que la cultura religiosa es tomada muy en serio en estos países, en la mayoría de los sitios sagrados del Islam que están en Arabia Saudita, las mujeres no pueden ingresar. Su paso está vetado por completo.
Aunque no es el único lugar en donde saben que no pueden acceder, ni siquiera los cementerios les abren las puertas y no pueden despedirse de sus seres más preciados.