Simeone invocó a los dioses y el Atlético pasó con enorme sufrimiento

https://youtu.be/G3hvn9g6rXg

El Colchonero sufrió lo indecible. Un empate 0-0 en los 120 llevó a los penales y ahí se necesitaron 16 ejecuciones hasta que Narsingh solucionara las cosas con un disparo al travesaño.

Pero antes hubo un encuentro de fútbol, y no de 90 sino de 120 minutos. 120 minutos donde el equipo del Cholo lo buscó de todos lados pero dejaba a un Griezmann demasiado solo, apenas asistido por un Carrasco que se las ingeniaba como podía entre la perfecta estructura de 5 defensores que plantó el equipo holandés.

Acaso la entrada de Niño Torres en la segunda parte  le dio algo de ideas en ofensiva al equipo del Cholo pero justo en ese momento llegó la más clara del PSV, un remate cruzado de Locadia al palo, salvada a medias por el enorme Oblak.

Simeone mandó a la cancha a Kranevitter por Carrasco para poner algo de orden, acaso pensando que más valía llegar al sufrimiento de los penales antes que una espantosa derrota en los 120 en pleno  Calderón.

Y los penales llegaron, esos penales que parecían una lección de efectividad, donde parecía que los 11 de cada equipo acertarían.

Acaso Oblak parecía el más ‘perdido’ en la fatídica serie, a diferencia de Zoet que estuvo a centímetros de parar un par de penales.

Entonces, el Cholo Simeone se hartó: arengó a la grada para que ruja ocn fiereza, le gritó a Oblak como un padre a un niño pequeño, y Narsingh pareció ‘arrugar’: la mandó al travesaño y el bueno de Juanfrán anotó el 8-7 final que extasió al Calderón. Qué decir de un Simeone que , como todo el Aleti, sufrió lo indecible, y más también, para pasar a cuartos de final de UEFA Europa League