¡Se les salió la cadena! Deportistas Que Agreden Al Público
En la práctica deportiva, los jugadores suelen sostener que lo que ocurre dentro de la competencia los hace estar muy concentrados y con las palpitaciones más rápidas de lo normal. Es por ello que justifican algunas inconductas o acciones.
Patadón a la cabeza
Uno de los casos más recientes fue lo ocurrido en el encuentro de la Europa League entre el Vitoria Guimaraes y el Olympique Marsella. En el elenco francés militaba Patrice Evra, que luego de este episodio fue despedido. El lateral ex Manchester United reaccionó con una patada en la cabeza a un simpatizante detrás de los carteles cuando hacía la entrada en calor porque éste lo insultó. A las horas del hecho, fue despedido del club.
La pelea de los 11 millones de dólares
En el 2004, y en medio de un encuentro de NBA, se libró una batalla entre los Detroit Pistons y los Indiana Pacers. A segundos del final los jugadores se trenzaron en una pelea que se estaba por calmar. Quien propició el caos fue un simpatizante que le arrojó una bebida a Ron Artest, alero de Indiana. Ello provocó que aficionados de los Pistons y jugadores de los Pacers se golpeen y sufran una sanción de 11 millones de dólares.
Puñetazo justiciero
A excepción de un choque entre bicicletas que puede generar una ola de caídos, el ciclismo suele ser un deporte tranquilo y con deportistas pacientes. Aunque la paciencia de Chris Froome se agotó cuando un aficionado colombiano se interpuso en su camino para alentar a Quintana en el Tour de Francia 2016. El británico le conectó un puñetazo para alejarlo. Fue sancionado con 200 francos suizos.
La agresión más recordada
Cada vez que ocurre un hecho que vincula un ataque de un profesional del deporte contra un simpatizante se recuerda la patada al pecho de Éric Cantona a un simpatizante del Crystal Palace en enero de 1995. El francés, que era estrella del Manchester United, fue expulsado aquel partido y al escuchar "vuélvete a Francia con tu p... madre, bastardo" por parte de Matthew Simmons, aficionado del Palace, éste se desquitó.
Sancionado por el público
A cada estadio al que ingresó Reggie Smith, el jugador de la MLBde los Estados Unidos, se lo abucheó por su accionar en 1981. El jugador de campo no toleró los insultos de la platea al ser expulsado e imitó a Cantona al lanzar una patada contra un aficionado de los San Francisco Giants. Ello le costó, además de la constante reaprobación del público, unos 100 mil dólares de sanción.
Patada y detención policial
En Sudamérica también hay casos similares, como lo ocurrido en el encuentro entre Audax Italiano y la Universidad Católica de Chile en el Apertura 2016. Mientras los jugadores del Audaz se retiraban, uno de ellos, Sebastián Pol, subió a un parante y le propinó una patada a un hincha que lo insultaba. Tras la denuncia del hincha, el futbolista fue detenido por la policía.
Batalla por una moneda
El Real Madrid y el Maccabi se enfrentaron en 1983 por un encuentro válido de la Copa de Europa de baloncesto, lo que actualmente es la Euroliga. Los de Israel estaban enojados por varios fallos arbitrales que consideraban en su contra y en una de las discusiones, un aficionado revoleó una moneda. El metálico impactó a Earl Williams quien ajustició al simpatizante con varias trompadas.
Una invasión contrarrestada
La goleada de los Monarcas del Morelia al Cruz Azul por 3 a 0 en el 2011 ya era un trago difícil de digerir para la máquina, más si se tenía en cuenta de que habían vencido 2-0 en la ida y se le escapaba el pasaje a la final. Un simpatizante ingresó al campo de juego y el jugador Christian Giménez lo golpeó con puños y piernas entre tanta euforia. El argentino fue obviamente expulsado.
Se aguantó hasta el final del partido
Muchas veces se les pide a los deportistas que no reaccionen ante las agresiones, pero son humanos al igual que todos y se les hace difícil. El pívot del Maccabi griego Sofoklis Schortsanitis toleró los insultos de un simpatizante del Hapoel Tel Aviv hasta el final del encuentro pero luego saltó a la grada donde apenas rozó al espectador que comenzó a correr.
Histórica agresión del público a un deportista
En 1993, la yugolsava Mónica Seles prometía dominar el mundo del tenis. Mientras disputaba su partido en Hamburgo frente a la búlgara Magdalena Maleeva, el espectador Gunter Parche corrió por el límite de la cancha y le asestó una puñalada por la espalda con un cuchillo de 23 centímetros. El ataque apenas le causó un daño menor a la tenista y le valió unos meses fuera del circuito.
Un golpe inesperado
El mexicano Hugo Sánchez no sólo generó amor en el Real Madrid, sino enojo en sus rivales. Fue así como en febrero de 1991 y en un Mallorca - Real Madrid, un espectador ingresó al campo en su búsqueda. Al tenerlo cara a cara, éste le asestó un golpe y luego la intervención de los demás futbolistas calmaron el accionar. Momentos después, el agresor fue arrestado por diez días.
Agredida por una rival
El caso de Nancy Kerrigan es digno de una película. La patinadora sobre hielo atravesaba el mejor momento de su carrera cuando fue blanco de una agresión en enero de 1993. A semanas de los Juegos Olímpicos de Invierno, la deportista fue asaltada y golpeada en reiteradas ocasiones con un bastón policial en su rodilla derecha. El ataque que ocurrió en los vestuarios fue grabado y luego se descubrió que fue realizado por el ex marido de Tonya Harding, una de sus rivales.
Atacado por vacas
Seguramente uno de los hechos más insólitos fue lo que ocurrió con el atleta de Bilbao, España, Txerra Arberas. En marzo del 2016 y mientras transitaba su entrenamiento habitual que se basaba en correr, fue agredido y corrido por tres vacas. Comentó: "Pensé que había una cámara oculta en algún sitio porque no podía creer lo que estaba pasando".
Embestida cobarde
En septiembre de 2016, un cobarde deportista inentendiblemente atacó por la espalda a una árbitro de rugby. Se trato de María Beatrice Benvenuti, colegiado internacional de 23 años quien fue chocada por detrás por Bruno Doglioli de 34 años. La agresión fue injustificable y por ello éste fue sancionado por 3 años sin actividad profesional.
Le dió con su casco
En cuestión de segundos, el bateador Brett Lawrie perdió su centro de tranquilidad y le revoleó su casco al umpire Bill Miller en el encuentro entre Tampa Bay Rays y Toronto Blue Jays en 2012. Ello fue por haber comenzado su corrida hasta base uno antes de que la pelota fuera cantada como strike.
Puede suceder...
Durante un enfrentamiento entre dos boxeadores, los golpes que se lanzan son tantos que puede que alguno sea asestado al árbitro. Si bien no suele suceder, sí se da de vez en cuando como el 15 de enero de 2017. En el mano a mano entre el sueco Badou Jack y el británico James DeGale, quien peor la pasó fue el referí. El sueco falló su golpe pero conectó el mentón del juez.
Escupió al árbitro
Quien fue el segundo base de los Baltimore Orioles, Roberto Alomar, en 1996, le escupió la cara al árbitro John Hirschbeck cuando el colegiado le marcó su salida por los strikes. El colegiado lo catalogó como algo común: "Pareció como un hecho importante en aquel entonces, pero luego los dos hemos seguido adelante. No tengo resentimientos".
Todos contra el juez
Dos defensas de los San Antonio´s John Jay High School enfrentaron al árbitro luego de que éste marcara el final del cotejo contra Marble Falls High School.Los jugadores de NFL manifestaron que el árbitro había pronunciado comentarios racistas hacia ellos, hecho que desencadenó la euforia.
Insultos homofóbicos
No fue una agresión física pero sí verbal lo que desencadenó la ira de Rajon Rondo en el encuentro entre Boston Celtics y Sacramento Kings en 2015. El base nacido en Kentucky, Estados Unidos, disparó varios insultos homofóbicos contra el árbitro Bill Kennedy aquella noche. Luego, el basquetbolista se disculpó vía redes sociales.
¡Le lanzó el bate!
Delmon Young ha tenido una carrera de altibajos en las Ligas Mayores de Béisbol. En 2006 tuvo quizás su punto más bajo cuando le arrojó su bate a un juez mientras mantenían una discusión en la International League. Young fue suspendido por 50 partidos, multa que aceptó tras reconocer su horrible accionar.
