Los 20 gentilicios más curiosos de México
Los mexicanos tenemos la tendencia de ponerle apodos a todo, a tal grado que a veces el origen de los apodos se pierde en el tiempo. Lo mismo pasa a veces con los gentilicios, que son la forma de llamar a las personas por el lugar de donde provienen o nacieron.
Así, hay algunos lugares cuyos gentilicios son fáciles de explicar, imaginar, decir y recordar, como leonense para los oriundos de la ciudad de León, o guanajuatense para los que vienen de Guanajuato, la capital o el estado, pero hay otros que son de verdad un enigma o un trabalenguas.
Jarocho

Así se les llama generalmente a las personas provenientes de Veracruz. La teoría es que los indígenas de la región utilizaban una lanza para cazar animales a la que llaman jara. Otra teoría es que viene de la Jarana, instrumento común y típico de la región huasteca, aunque es probable que la palabra jarana venga de jarocho y no al revés. Sea cual sea su origen, los jarochos y jarochas son bienvenidos en todo México.
Regiomontano

Regiomontano o simplemente Regio es como se conoce a los que nacieron o viven en la ciudad de Monterrey, pues porque no se les va a decir monterreyenos (suena a relleno y se presta a malos entendidos) y monterreyenses es una palabra muy difícil. Los regios y regias, entonces, tienen muy claro su gentilicio, así como su estatus real en la jerarquía del país.
Tuzo

Aunque así se le llama al equipo de futbol de la ciudad de Pachuca, en realidad el gentilicio no viene del equipo sino de cómo se le llamaba a los habitantes de la ciudad desde tiempos de la colonia, gentilicio preferido por encima de pachuqueño. Se les llama así a los tuzos porque así se llama un roedor pequeño que es de la zona y que cava túneles. Ya que el origen de la ciudad es la actividad minera, se quedó el nombre.
Meridano

En realidad se piensa que a los oriundos de Mérida, la ciudad blanca y capital del estado de Yucatán en México, se les debe llamar Emeritenses, ya que el nombre de la ciudad proviene de la población del mismo nombre de España fundada por el emperador romano Augusto en el año 25 a. C. como Emérita Augusta. Sin embargo, ya que hay tres localidades llamadas Mérida que se pueden confundir, la de España, México y una más en Venezuela, se acostumbra que a los oriundos de Mérida, México se les llame Meridanos, a los de Mérida, Venezuela, Merideños y a los de España, Emeritenses.
Tapatío

No tiene nada que ver con tapar nada ni con ningún tío. Es el gentilicio para los que provienen de la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco. La teoría más probable de su origen es que en la época prehispánica los oriundos de la ciudad utilizaban como moneda de cambio tres pequeños costales con diez semillas de cacao cada uno, cuyo nombre en lengua náhuatl es tapatiotl. Al ser una zona de mucho comercio, seguramente el gentilicio se castellanizó fácilmente sin importar el nombre de la ciudad.
Choco

Un Choco o una Choca es aquel que nació en el estado de Tabasco, en la región del Itsmo de Tehuantepec. Esto se debe a que de esa región proviene el árbol de cacao, que era la moneda de cambio en tiempos indígenas y durante muchos años fuente de riqueza para los locales (en aquel entonces el dinero sí crecía en los árboles). Derivada de Xocoatl (para cacao-agua) la palabra se castellanizó como chocolate y los Xocos de la región se pasaron a llamar Chocos.
Cachanilla

Este es el gentilicio más coloquial para llamar a los Mexicalenses o nacidos en la ciudad de Mexicali, en la frontera con los Estados Unidos al norte de México. En realidad se aplica por igual a todos los habitantes del estado de Baja California (norte), y proviene de una planta que crece mucho en esa región y de la cual los moradores originales hacían sus vestidos, casas y hasta embarcaciones. De ahí que los cachanillas sean los que provienen de aquellos lugares
Chihuahuense

No tiene gran dificultad este gentilicio, lo único es que hay que dejar muy en claro que es muy fácil ofender a los que provienen del estado de Chihuahua o su capital del mismo nombre si se les llama chihuahueños, ya que ese es el nombre de una raza de perro. Fáciles de reconocer por ser de los más pequeños del mundo y por sus características orejas, los chihuahueños sí son chihuahuenses, pero no al revés. También se usa el apócope Chihuas como coloquial.
Hidrocálido

Del estado más grande de México, Chihuahua, viajamos ahora a uno de los más pequeños, Aguascalientes. Nombrado por su ciudad capital del mismo mote y esta a su vez identificada por la gran cantidad de manantiales con agua caliente que surgen de los ríos subterráneos debajo de los volcanes en la Sierra Madre, a los oriundos de la zona se les llama hidrocálidos o hidrocálidas por hidro=agua y cálido=calor. Un dato curioso: al famoso nadador mexicano Felipe "El Tibio" Muñoz se le llama así porque su padre era oriundo de Aguascalientes y su mamá había nacido en el pueblo de Río Frío.
Vallisoletano

Este es mucho más oscuro en origen. Antes de la Independencia de México y de que uno de los padres de la patria, José María Morelos y Pavón, se consagrara como el máximo general de las fuerzas armadas de la gesta independentista, la ciudad que hoy se llama Morelia en su honor, capital del estado de Michoacán, se llamaba Valladolid por la ciudad en España, capital del imperio a la fundación de la de México. El nombre Valladolid se cree que proviene de Valle del Sol, que en la Edad Media se conocía por el nombre latino Vallisoletum. De ahí el gentilicio de los que provienen de Morelia, aunque está en desuso y se prefiere Moreliano.
Guayabo

Con este gentilicio muy coloquial se conoce a los oriundos del estado de Morelos, también llamado así en honor de José María Morelos, y a los habitantes de su ciudad capital, Cuernavaca. Se prefiere este gentilicio, Guayabo, al muy complicado Cuernavaquense, aunque es común escuchar hablar de Morelenses (y no Morelianos que, como ya vimos, es como se llama a los Vallisoletanos, vaya confusión). Se deriva el gentilicio de que en el estado, por su clima primaveral a lo largo del año, abundan las guayabas rosas, que son muy olorosas y que los de la zona vendían por toda la región.
Confusión por Carmen

A los nacidos en Ciudad del Carmen, Campeche, en la zona de mayor proliferación de pozos petroleros de México se les aplica el gentilicio "oficial" de Carmelita, aunque la mayoría de los mexicanos se refiere a estas personas como carmelos de manera coloquial. A los oriundos de la ciudad turística de Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo se les llama Playenses, porque los gentilicios derivados de Carmen ya estaban ocupados.
Culichi

A los que nacieron en la ciudad capital del estado de Sinaloa, Culiacán, tristemente célebre en últimas fechas por ser la base del cártel de Sinaloa y por la violencia que ello ha generado, muchos mexicanos los llaman Culichis de modo coloquial, en vez del más complicado Culiacanense. Famosa por su tradición beisbolera y sus mujeres que dicen son las más lindas de México, los Culichis están orgullosos de su ciudad.
Jalapeño

En vez de llamarse así por el chile, los jalapeños se llaman así porque provienen de la región de Xalapa, capital del estado de Veracruz y una de las ciudades más antiguas del país y del continente. Los Jalapeños o Xalapeños, son famosos por sus bailes, su música y sobre todo por su comida, que le hace honor al nombre del picante que uno puede encontrar en los nachos con queso. Mmmm.
Colimote

A los provenientes de esta ciudad famosa por la proximidad del Volcán de Fuego o de Colima, o del estado de Colima mismo, se les conoce como Colimotes, que se prefiere generalmente a Colimenses, gentilicio que en realidad debería ser el más utilizado. Colima es una ciudad de clima cálido y su nombre proviene de la abundancia de limas y limones que crecen en las faldas del volcán. Muchos turistas viajan al estado para visitar las playas del puerto turístico de Manzanillo.
Paceño

La ciudad capital de Baja California Sur, La Paz, fue durante muchos años apenas una ciudad y más bien un pueblo pesquero al que visitaban algunos turistas interesados en ver a las ballenas que se aparecen en la bahía en el invierno durante su migración anual e interesados en la pesca de pez espada. Ahora convertida en ciudad llena de yates y hoteles, cada vez hay más oriundos de La Paz, a los que se llama Paceños.
Chilpancingueño

La capital de Guerrero, estado famoso por ser donde se encuentra la famosa bahía de Acapulco (a los que se llama Acapulqueños), se llama Chilpancingo y fuera de ser uno de los gentilicios que más pueden trabar una lengua en esta lista, y ya es bastante decir, tiene poco que presumir en cuanto a belleza o atractivo turístico. Estos atractivos se los llevan otras ciudades del estado, además de Acapulco, como Taxco (Taxqueño) e Ixtapa Zihuatanejo, a cuyos oriundos se les llama Zihuatanejenses o Azuetenses, y no por los días de asueto que se pueden pasar ahí sino por el nombre oficial de la localidad que es Zihuatanejo de Azueta.
Tepotzotlense

En mi ranking personal de gentilicios trabalenguas está en primer lugar este que se aplica a los nacidos en el pueblo de Tepotzotlán, en el Estado de México (a quienes se les llama Mexiquenses para diferenciar del Mexicanos que son todos los del país). En segundo y muy cercano lugar, empatado con Chilpancingueño está Zacapoaxteco, que se aplica a los oriundos de Zacapoaxtla, en el estado de Puebla (Poblanos o Popes, pero es un coloquialismo despectivo). En definitiva, entre tantos pueblos con nombres difíciles de pronunciar en México, el tema está lejos de ser definitivo.
Chilango

A los llamados también Capitalinos, Defeños (porque durante muchos años el nombre oficial de la Ciudad de México fue Distrito Federal o "D.F.") o, como propone que se les llame la Academia Mexicana de la Lengua (a la que nadie parece hacerle mucho caso) Mexiqueños, se les conoce generalmente en el resto de México como Chilangos. El gentilicio ha desatado varios debates entre los estudiosos de los gentilicios y las etimologías en México. Al parecer lo más probable es que provenga ya sea de la palabra maya Xilaán que significa "pelo encrespado" o que provenga de la palabra náhuatl chil-lan-co, que significa "lugar de las personas de piel roja", sin embargo ninguna de estas características eran muy destacables entre los habitantes del imperio Azteca antes de la Conquista.