La evolución de Bibi Gaytán al paso de los años
Sin duda una de las gratas sorpresas del 2019 para el medio del espectáculo en México fue el regreso de Bibi Gaytán a los escenarios. La actriz y cantante, que alcanzara la fama siendo una veinteañera a principios de los noventa, había estado alejada de los reflectores en los últimos tiempos por dedicarse a su prioridad número uno: la familia que ha formado con el también actor y cantante Eduardo Capetillo, pero ahora está de vuelta en gran forma con un papel protagónico en la obra musical Chicago. Te ofrecemos aquí un repaso de la evolución de esta talentosa artista, que luce hoy tan guapa como en sus inicios.
Su infancia y sus pininos como bailarina
Silvia Gaytán Barragán nació el 22 de enero de 1972 en Tapachula, Chiapas, pero muy pronto su familia se mudó a Tabasco, donde Bibi pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia. Se crio en un hogar en el que se alentaban las inquietudes artísticas, y a muy temprana edad pudo empezar a desarrollar sus aptitudes como bailarina en la academia de danza de su madre.
Sus cuatro hermanos también incursionarían en su momento en el medio artístico, siendo el más famoso de ellos Gonzalo "Chacho" Gaytán, miembro del dueto musical Sentidos Opuestos y a día de hoy uno de los compositores más destacados de México.
Su incorporación a Timbiriche
Con tan solo dieciséis años, Bibi acudió a un casting en la Ciudad de México para formar parte del grupo musical Timbiriche. Tras ser seleccionada para sustituir a Alix Bauer, se unió a la banda a finales de 1988. En esa época llegó a coincidir en el grupo con quien sería el gran amor de su vida, Eduardo Capetillo, pero él salió de la banda antes de la grabación del álbum Timbiriche 10, de 1990. Con quien sí entabló una relación amorosa en ese momento fue con Diego Schoening, uno de los integrantes que más tiempo estuvieron en esa famosa agrupación juvenil.
Su debut televisivo en Alcanzar una estrella II
En 1991 Bibi tuvo su primera incursión en televisión al encarnar al personaje de Marimar en la exitosa telenovela Alcanzar una estrella II. Parte medular de la trama giraba en torno a la conformación del conjunto musical pop Muñecos de Papel, del que Marimar formaba parte juntos con los personajes interpretados por Sasha Sökol, Angélica Rivera, Erick Rubín, Pedro Fernández (cuyo personaje sería pareja del de Bibi en la telenovela) y el mismísimo Ricky Martin, quien por primera vez se establecía en México para un proyecto de larga duración.
Integrante de Muñecos de Papel
Dado el gran éxito de la telenovela Alcanzar una estrella II, el grupo Muñecos de Papel se hizo realidad fuera de la pantalla chica y llegaron a grabar dos álbumes. En el segundo de ellos Bibi Gaytán interpretó el exitoso tema Tan solo una mujer, compuesto por Ricardo Arjona, con el cual ya daba muestras de que podría llegar a triunfar como solista. El grupo, cuyo director y productor creativo era Luis de Llano Macedo (creador también de Timbiriche), realizó una gira nacional por varias ciudades de México, anticipando de algún modo lo que años más tarde ocurriría a mayor escala con la telenovela Rebelde y el fenómeno RBD.
Encontrando el amor en Baila conmigo
En 1992 el éxito televisivo de Alcanzar una estrella llegó al cine con la película Más que alcanzar una estrella, protagonizada entre otros por Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo. Ese mismo año ambos coincidirían nuevamente en la telenovela Baila conmigo, ambientada a finales de la década de los cincuenta. En la trama, sus personajes, Pilar y Eddy, vivían un reparador idilio luego de que ella sufriera una decepción amorosa al ser engañada por Bruno, el villano encarnado por Rafael Rojas, quien luego se haría novio de Andrea, chica fría y calculadora interpretada por Paulina Rubio. En la vida real, Bibi y Eduardo empezaron a salir.
Su primer disco solista
También en ese fructífero año de 1992, crucial para Bibi Gaytán no solo en lo que se refiere a su carrera profesional sino también en cuanto a su vida personal por haber iniciado su noviazgo con Eduardo Capetillo, la actriz y cantante lanzó su primer disco como solista, titulado precisamente Bibi Gaytán.
Conformado por trece temas, se lanzaron como singles las canciones "No me importa", “Y se marcha pidiendo perdón”, “Rock Café” y “Mucha mujer para ti”, que fue la más exitosa y cuya letra reflejaba el espíritu de una mujer fuerte e independiente, dispuesta a salir adelante tras un desengaño amoroso.
Chica de calendario
Tanto en sus inicios en Timbiriche como en su paso por Muñecos de Papel y en las presentaciones para promocionar su disco solista, Bibi Gaytán lucía atuendos que destacaban su hermosa figura, valiéndose sobre todo de diminutos "shortcitos" que le permitían mostrar sus largas y bien torneadas piernas de bailarina de ballet.
En 1993 su condición de sex symbol se consolidó con el lanzamiento de un calendario que se vendió como pan caliente, integrado por fotos de la artista luciendo diversos trajes de baño en escenarios naturales de Acapulco, con poses tan sensuales como la que prometía su espectacular portada, haciendo de Diana Cazadora.
El gran éxito de Dos mujeres, un camino
En 1993, ya consolidada como toda una estrella, participó en su tercera telenovela: Dos mujeres, un camino, en el papel protagónico de la guapa y simpática Tania, una chica que se involucraba sentimentalmente con un camionero llamado Johnny (Erick Estrada) que al momento seguía unido a su bella esposa Ana María (Laura León). La telenovela tuvo altos niveles de audiencia y fue todo un fenómeno tanto en México como en varios países de Latinoamérica, así como entre espectadores latinos en Estados Unidos. Con una duración de un año, terminó en 1994 tras 229 capítulos, siendo la primera en ofrecer tres finales alternativos para que sus seguidores eligieran su preferido.
Manzana verde, su segundo disco como solista
También en 1994 Bibi Gaytán lanzó su segundo álbum como solista, con el título de Manzana verde, el cual incluía el tema principal de la telenovela Dos mujeres, un camino, compuesto por Fernando Riba y Kiko Campos. Además de dicho hit, el disco estaba conformado por otras nueve canciones, como "Lago azul", “Tócame de amor”, “Sueño de mujer” y “Manzana verde”. A día de hoy es el último álbum de Bibi en su trayectoria como cantante, aunque posteriormente, en 1999, participó en el disco Ellas cantan a Cri-Cri (producido por su hermano Chacho) interpretando el tema “Di por qué”.
Su mediática boda con Eduardo Capetillo
Después de altas y bajas en su noviazgo, iniciado durante la grabación de la telenovela Baila conmigo, finalmente el 25 de junio de 1994 Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo contrajeron matrimonio en la majestuosa hacienda Palacio del Marqués, ubicada en el estado de Morelos y que fuera construida en el siglo XVI por Martín Cortés, hijo del conquistador Hernán Cortés y La Malinche.
El evento causó gran expectativa entre la prensa y los medios, siendo una de las primeras bodas que se televisaron en México en una transmisión que duró dos horas, y para la cual Televisa fijó una tarifa publicitaria de 30,000 dólares el minuto.
Trabajando con su esposo en Camila
Al poco de haberse casado, Bibi Gaytán dio a luz a su primer hijo, Eduardo Jr., y a partir de ese momento, la actriz y cantante hizo una pausa en su carrera artística y se concentró en su vida familiar, acrecentada por el nacimiento de su hija Ana Paula en 1997.
Sin embargo, en 1998 se dio tiempo para protagonizar la telenovela Camila, en la que su personaje, una humilde y hermosa muchacha de pueblo se enamoraba del personaje interpretado por su esposo en la vida real, Eduardo Capetillo. Así, Bibi volvía a brillar en la pantalla, pero todo quedaba en familia.
Una belleza muy mexicana
Un aspecto que sin duda ha caracterizado a la imagen de Bibi Gaytán a lo largo de los años es ese sello tan mexicano de su belleza y que lució especialmente en la telenovela Camila, donde sus atuendos típicamente mexicanos combinaban a la perfección con su negra cabellera y su piel apiñonada. También en su vida cotidiana Bibi suele vestir orgullosamente blusas bordadas y otras prendas que dan cuenta de la gran riqueza y colorido de la tradición textil mexicana, que tanto le favorece para potenciar su natural atractivo.
Su participación en reality shows
En septiembre de 2008, poco después de tener una participación especial en la telenovela En nombre del amor junto con Eduardo Capetillo, Bibi Gaytán comenzó a incursionar en reality shows al incorporarse como jurado de El show de los sueños. Posteriormente, en 2011, fue presentadora del reality La Academia, producción de TV Azteca enfocada a descubrir nuevos talentos en el canto.
Tras una pausa de dos años, en 2013 Bibi volvió a la televisión como jurado en la primera temporada de México baila, donde diversas celebridades competían bailando por ganar en pro de una causa social, resultando ganadora la actriz y vedette Niurka Marcos.
Develando placa en Confesiones de mujeres de treinta
Dada la enorme fama de Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo como una de las parejas más sólidas y queridas del medio del espectáculo en México, constantemente son requeridos como invitados de honor para engalanar eventos o celebraciones importantes. Tal fue el caso cuando en 2010 asistieron a la develación de la placa por las 700 representaciones de la exitosa obra de teatro Confesiones de mujeres de treinta. Como acababan de firmar contrato con una televisora y tenían prohibido dar entrevistas, tuvieron que ingresar al teatro por la puerta trasera para evitar el asedio de la prensa, tan habitual cada vez que el matrimonio hace apariciones públicas.
El reto de ser madre a los cuarenta
Cuando con cuarenta y dos años Bibi Gaytán supo que estaba embarazada, tanto ella como su marido Eduardo Capetillo se llevaron una sorpresa con la que casi se cayeron de espaldas, pues no tenían previsto ser padres nuevamente y mucho menos de mellizos.
Los pequeños Manuel y Daniel nacieron el 20 de junio de 2014, convirtiéndose en los más jóvenes integrantes de la familia Capetillo Gaytán. Aunque los bebés llegaron a cambiar radicalmente su vida y su rutina, Bibi reconoció en una entrevista que el cambio fue para bien, pues refrescaron y llenaron de amor su hogar.
Orgullosa de su hijo Eduardo
Uno de los grandes motivos que enorgullecen a Bibi Gaytán es la calidad humana de su primogénito, Eduardo Jr., quien a día de hoy, con veinticinco años, ha demostrado ser un gran hijo y hermano, pues pese a la diferencia de edades adora convivir y cuidar a sus hermanos menores, los mellizos Manuel y Daniel, que con apenas seis años de edad son los más pequeños de la familia.
Eduardo es mercadólogo y un apasionado de los deportes extremos, tal y como lo demostró recientemente al realizar un viaje en parapente.
La cercana relación con sus hijas
También con sus hijas, Ana Paula y Alejandra, Bibi Gaytán disfruta de una estupenda y muy cercana relación, tal y como se puede apreciar en las fotografías que comparten con frecuencia en redes sociales. Además de la belleza, las hermanas parecen haberle heredado a su madre ciertas inclinaciones artísticas, pues Ana Paula reveló recientemente en una entrevista que le fascina cantar, bailar y actuar, por lo que le encantaría incursionar en el teatro musical tras terminar su carrera de Comunicación, de la cual cursa el último año. Por su parte, Alejandra señaló que, aunque le gusta el espectáculo, de momento prefiere mantenerse enfocada en sus estudios.
Su regreso a los escenarios con Chicago
En otoño de 2019 se produjo el sorpresivo y grato regreso de Bibi Gaytán a los escenarios para protagonizar la obra musical Chicago, creación de Fred Ebb y Bob Fosse que lleva más de dos décadas cautivando al público en Broadway. En México se montó por primera vez hace diecisiete años, y para este nuevo montaje Bibi fue la elegida para interpretar al personaje de Velma Kelly.
Parte del casting consistió en tomar un taller de Fosse, técnica que requiere de una base de ballet y de jazz, por lo que a Bibi le resultó muy provechosa la formación que desde niña tuvo como bailarina.
El beso que desmintió rumores
En cuanto se dio a conocer que Bibi Gaytán retomaría su carrera artística con su participación en Chicago, las malas lenguas esparcieron el rumor de que dicha decisión habría provocado un distanciamiento en su relación con Eduardo Capetillo, al grado de que se llegó a hablar de crisis matrimonial y de una probable ruptura. Sin embargo, con motivo de las fiestas navideñas Bibi compartió en su cuenta de Instagram algunas fotos familiares que reflejan absoluta armonía con su marido, y especialmente en una de ellas se les puede ver dándose un beso que demuestra que, tras veinticinco años de casados, siguen siendo una pareja de telenovela.
La familia lo es todo
La trayectoria de Bibi Gaytán no deja lugar a dudas de que, al margen de las tentaciones del éxito y la fama, su prioridad número uno es y será su familia, pues desde que se casó siempre ha puesto en primer lugar el bienestar y la estabilidad de su hogar.
Según declaraciones recientes de Bibi, es muy probable que sus fans muy pronto puedan echar un vistazo a esta dinámica familiar tan importante para ella, pues Eduardo Capetillo está supervisando los detalles de un reality show sobre su vida en familia a propósito de la celebración de sus bodas de plata.
