¡Impactantes Imágenes Descubiertas En Una Cámara Fotográfica Que Permaneció Escondida Durante 90 Años!
Una cámara estuvo esperando ser descubierta durante años como la lámpara del genio en la famosa película de Disney, Aladdin. No fue un saqueador de objetos quien la descubrió sino un fotógrafo amateur como Martijn van Oers.
Oers no sabía con lo que estaba lidiando, simplemente vio la cámara fotográfica en un local y se dispuso a comprarla para añadirla a su colección. Lo que sucedió es que al llevarla a su hogar, el aprendiz de fotógrafo descubrió que aún dentro de ésta había un rollo que descubriría una parte perdida de la historia.
Más que un hobby un estilo de vida

Martijn van Oers encontró en la fotografía un estilo de vida. Él no se embarcó en el rubro con la idea de un trabajo o de tener una distracción en su día a día, para Oers es su vida.
Dentro de las grandes oportunidades que ofrece la fotografía, Oers eligió la fotografía que cuenta historias, la que con una serie de imágenes puede develarte algo insólito, asombroso, mágico y único. La cámara en cuestión la encontró en Breda, al sur de Holanda, mientras paseaba y echaba un vistazo a objetos vintage.
Un tesoro en medio de tanta chatarra

A medida que Martijn repasaba con su vista cada objeto del local, descubrió una cámara que le llamó la atención y que tranquilamente podría ser una increíble incorporación a su colección, a pesar de que éste contaba con equipamiento de último modelo.
Él contaba con un conocimiento avanzado de la historia de este aparato con el que pasaba su vida, pero no conocía demasiado sobre la cámara que acababa de visualizar. La compró a un precio razonable y se la llevó a su casa, desencadenando una serie de eventos increíbles.
Una gema en su propia casa

La idea de Martijn era que la cámara formara parte de las otras que poseía y regalársela a su esposa, pero obviamente, en caso de que aún esté en condiciones, él podría darle el propósito exacto por el cual había sido fabricada hacía decenas de años.
Nuevamente, Martijn era un conocedor de los últimos modelos de cámaras, pero ésta era toda una rareza para él ya que estaba lejos de ser un dispositivo innovador. Increíblemente, cuando abrió la cámara no pudo creer lo que había dentro.
Abrió su camino a la aventura

El aparato en cuestión era una Zeiss Ikon 520/2 original que se podía doblar. Él sabía que tenía entre sus manos una joya pero hizo lo que debía, la reportó a la Fundación Alemana de Transmisiones -Dutch Broadcast Foundation- para recolectar más información sobre ésta previo a abrirla.
"Quería saber si la cámara aún funcionaba, si la podría abrir y si las ruedas aún giraban" recordó que pensó en aquel instante. y tuvo premio ya que dentro... encontró un carretel.
Era dueño de un pedazo de la historia

La investigación que llevó adelante Martijn le posibilitó saber que aquella cámara que tenía entre manos había sido incluida en el mercado en 1929, y producida por la empresa alemana de cámaras, Zeiss Ikon. Fue entonces cuando se sintió orgulloso de haber tenido tal instinto en comprarla.
La popularidad de este dispositivo había comenzado a decrecer en los años 50´ pero aún se mantenían en muchos locales de fotografía alrededor del mundo. Este tipo de cámara con rollo entonces podría significar tener imágenes de principios de los años 30´, ¿quizás?
¡Era la hora de inspeccionar al misterioso rollo!

En un momento, la excitación de Martijn se vio limitada por el hecho de que como la cámara pertenecía a los años 30´, no podría tener un rollo de aquel entonces, sino de años posteriores porque éstos parecían más recientes. Aunque Martijn creyó que podrían ser de antaño y que por fuera del elemento se leía la palabra "EXPOSE" -Exponer-.
Fue entonces que el fotógrafo amateur comenzó a tener miedo si ello significaba que el rollo había sido echado a perder y no podría reproducir las imágenes o no estaba listo para ser retirado.
¡Martijn hizo lo que pudo!

Ya con más información sobre el nuevo dispositivo que acababa de traer a su hogar, Martijn descubrió que el rollo podría pertenecer a los años entre 40´ y 70´. Y por la poca experiencia que éste tenía en estos aparatos comenzó a pensar que era poco probable el poder transformar aquellas diapositivas en fotografías.
Martijn pensó en su amigo Johan Holleman, un desarrollador de fotografía con mucha experiencia. Fue Johan quien le advirtió que lo más probable era que no pudiese sacar ninguna fotografía de los negativos. A pesar de esto, aún intentaron una última resolución.
Había algo de esperanza

De a poco Martijn queriendo o no se iba convirtiendo en un experto en máquinas antiguas, como esta Zeiss Ikon 520/2. Pero ni siquiera el estar con ésta y examinarla le habría dado la chance de imaginarse qué tipo de negativos encontró dentro.
Martijn se unió a Johan para revelar el rollo y conocer en qué estado se encontraban estas imágenes. Siempre con el cuidado que la situación requería, los dos entusiastas se pusieron manos a la obra y dieron con fotografías increíbles.
El delicado proceso de desenrollar la filmación

La cámara con la que estaban lidiando era capaz de tomar ocho fotografías en un tipo de rollo de 120 como el que había dentro, por lo que estos fotógrafos prestaron mucha atención al momento de desenrollar las imágenes. En contra de las posibilidades, todas estas yacían preservadas.
Éste descubrimiento le podría asegurar que como mínimo una o dos imágenes del viejo rollo podrían ser reveladas de alguna manera, pero decidieron aprender un poco más de la historia de la cámara para desarrollar los negativos de la forma más correcta.
La impaciencia podría haber sido un riesgo enorme

Aquella misma tarde, Martijn y Johan se dirigieron a la cocina e iniciaron el proceso de revelar los negativos de acuerdo a lo que sabían y producir las impresiones. Martijn recuerda simplemente no poder controlar su excitación en esos instantes.
"El proceso de revelado requiere de conocimiento, tiempo, paciencia y precisión" según la explicación de Martijn. Y obviamente, la necesidad de un cuarto oscuro. Un mal cálculo en la temperatura del agua o una cantidad errónea de líquido podría causar un desastre. Martijn no podía esperar más y tomó un riesgo...
¡Dejaron a los negativos a la buena o mala suerte!

Casi todo el éxito en cuanto al revelado de los negativos se centra en la temperatura, pero Martijn no podía esperar a que las fotografías se sequen por lo que no quiso esperar el tiempo adecuado y lo convenció a Johan de tomar un riesgo.
Utilizaron un secador de pelo en los rollos, lo que ambos sabían que podría arruinarlo por completo. Martijn luego admitió: "Eso fue realmente muy peligroso, pero no tenía esa precaución en cuenta en aquel momento". ¿Podría todo quedar en la nada?
Recrearon la historia ante sus ojos

La suerte de los fotógrafos estuvo de su lado porque el haber secado las diapositivas con el secador de pelo no afectó las imágenes. La historia comenzó a formarse ante sus ojos.
De todas las fotos, sólo cuatro desarrollaron una imagen detallada. De inmediato, Martijn tomó los negativos escaneados para poder verlos a mayor escala y estudió las fotografías una a una para revelar la fascinante historia.
Uniendo la historia de la misteriosa cámara

Con las cuatro fotografías listas para examinarse, Martijn comenzó a unir la historia y revelar la increíble vida del dueño previo de la cámara. Parecía una familia de vacaciones de hacía décadas. El nuevo dueño de la cámara estaba convencido de que uno de todos ellos era el antiguo dueño del artefacto.
Por el período de tiempo en el que se utilizó, Martijn descifró que dicha cámara era bastante costosa para la época y hasta pudo notar que uno de los hombres, llevaba una bolsa para cámaras.
Imágenes preciadas del pasado

Otra de las imágenes que Martijn exhibió fue la de una mujer parada en frente de una pared de piedra en una calle con figuras por detrás de ella. A la distancia hasta se podía observar un cuerpo en el agua y hasta un puente. ¿Dónde podrían haberse tomado estas imágenes?
La idea de Martijn era poder dar con el año cuando se habían tomado estas imágenes para saber dónde estaban esas personas y de dónde provenía la cámara. Él estudió las fotografías en búsqueda de algo característico, e instó por el menor detalle para individualizarlas.
¡Descifró cuándo y dónde habían sido tomadas las fotos!

Otra de las imágenes mostró nuevamente a la mujer que previamente Martij había estudiado, pero en la imagen ella estaba caminando, estaba de paseo mientras lo que parecían fotógrafos retrataban unas vacaciones familiares.
Por la vestimenta y el estilo de su pelo, el fotógrafo amateur se aventuró a creer que se trataban de los años 40´ a 60´. Simplemente, necesitaba más información para dar con el dueño original del dispositivo.
En búsqueda de ayuda

Cuando finalmente Martijn pudo revelar todas las imágenes, se tomó un tiempo para observarlas detalladamente y encontrar pistas, algo que nunca lograría, por lo que decidió buscar ayuda.
Optó por publicar las imágenes en su cuenta de Facebook y la noticia se viralizó a tal punto que una persona no sólo le comentó que reconocía el lugar, sino también que podría probar que se trataba de la ciudad de Biarritz, Francia.
Las redes sociales le ayudaron lo suficiente

El amigo de Facebook que se contactó con Martijn había vacacionado tantas veces en Biarritz que fue capaz de reconocer el panorama, y como Martijn sabía de este dato, rápidamente creyó en él. De hecho, hasta le envió una imagen de Google Streetview del lugar que había cambiado notoriamente con el correr de los años.
"Creíamos que nos iba a tomar mucho trabajo encontrar el lugar, pero sólo nos tomó media hora" recordó. Entonces, Martijn estaba más cerca de descubrir quien era el antiguo dueño de esas fotografías.
Su historia se volvió viral

La suerte que había corrido en toda esta travesía con Martijn era asombrosa, encontrar la cámara, a posterior el rollo y finalmente poder desarrollar todas las imágenes. "Me encontré con un pequeño tesoro, o una cápsula del tiempo, que me dejó ver el pasado" comentó Martijn.
Él era consciente que probablemente el dueño de la cámara ya no viviese, pero creía en que algún momento podría reunirse con las imágenes y el misterio de la pareja que aparecían y la familia se descubriera. ¿Alguien reconocería las figuras?
Un posible familiar se contactó con Martijn

La sorpresa se adueñó de Martijn cuando una persona que decía reconocer a las parejas de la fotografía apareció. La mujer que contactó a Martijn se llamaba Marion Jurrjens. Ella comentó que no sólo las reconocía sino que... ¡eran familiares suyos!
Marion explicó que estaba convencida de que la cámara le pertenecía a su abuelo y que las imágenes eran de Biarritz, cuando él junto a su esposa e hija -la madre de Marion- visitaron Francia. Aún restaba saber como ella había dado con las fotos y la prueba de que fueran sus familiares...
Marion encuentra a su familia

Al igual que Martijn, Marion también era alemana, pero se había mudado a Canadá en el 2004. Como la historia se había vuelto viral ella había notado las imágenes en un diario alemán. A medida que las observaba no podía limitar su sorpresa al reconocer a las tres figuras que aparecían en las imágenes.
Marion identificó a su abuelo, Theo J. Lammers, su esposa Elisabeth Lammers-Berveling y a su tía Thea Lammers. "Cuando vi las imágenes en el diario sentí que había algo especial en ellas" comentó. Luego, tomó antiguos álbumes de fotografías familiares para confirmarlo y así fue como Marion contactó a Martijn a posterior.