Estos Amigos Elaboraron Un Exclusivo Proyecto Que Afianzó Su Vínculo
La amistad no tiene límites. De seguro has escuchado casos de personas amigas durante la infancia que décadas más tarde se cruzan tras larga ausencia y reviven su vinculo. Y también de amistades que han perdurado desde la etapa de jardín hasta que ambos son ancianos.
En esta historia, estos ocho amigos decidieron estar unidos para siempre al desarrollar un proyecto que los vinculará de por vida. Recorre esta historia desde la primera idea que surgió entre ellos hasta el sello final en donde inmortalizaron su amistad. Los interiores de estas cabañas son impresionantes, pero también, la manera en que solucionaron un problema que tiene todo el estado de Texas fue asombrosa.
¿De qué se trata la idea?

Este conjunto de amigos decidió embarcarse en una aventura al crear una comunidad en donde tan solo había un descampado. El grupo de personas que protagonizaron el hecho se dividía en cuatro parejas que mantenían una amistad desde hacía más de 20 años.
Quienes tomaron las riendas del proyecto fueron Fred y Jodi Zipp, pero luego se sumaron las otras tres parejas en lo que sería el sueño de cualquier amistad.
Crearon un pequeño pueblo

El grupo de amigos comenzó a darle forma a su idea principal y pensaron en ensamblar casas de tamaño pequeño y colocarlas una al lado de la otra para que puedan ser vecinos para toda la eternidad.
¿Qué tan arriesgada es tener a tu mejor amigo a metros de distancia? En un primer momento puede sonar grandioso, pero ¿qué si ocurren peleas o discusiones?. Sin dudas, un arma de doble filo.
Servía como descanso de la ciudad

Las cuatro parejas decidieron comprar el terreno que yacía desocupado al lado del Río Llano, que se ubica a una hora de las afueras de Austin, Texas.
"Cuando miramos por primera vez el lugar, no tenía nada de atractivo" comentó Fred Zipp. Lo único que buscaban los dúos era poder escapar de la ciudad y tener su propio lugar en donde desconectarse de las presiones del día a día y el trabajo.
Los primeros pilares del nuevo vecindario

El arquitecto en el cual confiaron todas las parejas fue Matt García, oriundo de San Antonio, y que diseñó los primeros planos para que la arriesgada idea comenzara a tomar forma. García formuló unas cabañas de 106 metros cuadrados.
Dentro del espacio reducido, que podría ser un pequeño mono-ambiente en cualquier lugar del mundo, éste colocó una cama doble, una pequeña cocina y el baño. Sólo lo necesario para sobrevivir.
Era más que su casa de vacaciones

Fred y sus amigos llamaron al lugar la "Estrategia de salida de Llano" -Llano Exit Stragety- a modo de simbolizar lo que significaba dicho lugar para ellos, y también a veces se referían al lugar como "La calle de los mejores amigos" -Bestie Row-.
Además de poder conectarse entre ellos, que ya tenían un gran vinculo, la idea era que serían dueños de un lugar para relajarse con la naturaleza y por fuera de la ciudad del centro de Austin.
Los riesgos de perder la intimidad

La determinación que estos ocho amigos tomaron no era fácil de tomar. Sí desde el punto de la amistad, del conocimiento y la confianza que se tenían entre ellos, pero definitivamente eso mismo era lo que podía provocar que todo sea un desastre.
Esta situación es símil a cuando vives solo y decides dar el paso con tu pareja que conoces hace años y comienzan a vivir juntos. Existen tiempos en donde antes no transcurrías con esta, y eran libres para ti. Era tu tiempo. Ya cuando convives las 24 horas, no tienes ese descanso del otro. Ello puede llevar a los problemas.
Una vista paradisíaca

Las casas fueron diseñadas por Matt García de modo que se pudiese aprovechar todo el panorama el Río Llano y que se pudiera disfrutar de toda la vida salvaje que se ubicaba a tan sólo unos kilómetros de Austin céntrico.
El Río Llano es uno de los afluentes al Río Colorado y tiene una extensión de 169 kilómetros. Éste recorre colinas, mesetas y además es rico en peces carnívoros, pez cocodrilo y en pez sol.
Las casas no interferían entre si

Las casas de 106 metros cuadrados en el terreno de poco más de 450 metros cuadrados, en donde también existía un espacio de campo compartido en donde las parejas se reunían, contaba con una ingeniosa distribución.
El arquitecto de San Antonio logró demostrar todo su potencial al colocar las cuatro cabañas enfrentadas al Río, de modo que tengan salida para allí y que ninguna obstaculice la visión de la otra. Y claro, poco más había para disfrutar que un gran panorama al Río Llano.
Los modelos de cabañas, inspiradas en una tendencia

El modelo de cabañas que eligieron estas parejas no fue una idea suya, sino que es una tendencia que va tomando fuerza en todos los lugares del mundo y que tiene un concepto arraigado que puede beneficiar a las personas con pocos recursos.
Está claro que quien cuenta con millones puede elaborarse el hogar que desee y hasta una casa vacacional a gusto, pero estas Nascent Tiny Houses -Pequeñas Casas- son ideales para vivir en pequeños espacios. De hecho, en la zona de New Paltz, Nueva York, los dueños de estos hogares se reúnen para celebrar el Día de la casa pequeña.
¿Cómo desconectarse del mundo?

Ya sabemos qué es lo que rodeaban estas cabañas y los objetivos que llevaron a estos amigos a tener este escape del mundo. Dentro de las cabañas, aún quedaban algunas particularidades para compartir.
Lo sobresaliente es que ninguna de las cuatro casas contaba con una televisión. La idea era justamente salir del bombardeo de noticias que uno vive constantemente. En contraposición, lo que más abundaban eran los libros de texto.
Las cabañas eran casi completamente de madera

Se podría pensar que el arquitecto tomó una controvertida decisión al colocar madera en el exterior e interior de las cabañas. Sobretodo si se tiene en cuenta que a metros de los hogares yacía un río, pero no.
El clima en Austin, Texas y en las orillas de este río es realmente árido, por lo que no se asumió ningún riesgo al colocar esta madera, que además estaba enchapada. Y el exterior de éstas, está totalmente recubierta por chapa corrugada.
Un vistazo al interior de las cabañas

Con el interior de las cabañas también ensambladas con maderas, todo quedaba a tono con el vínculo que generaban los hogares con la naturaleza que la rodeaba.
Como tan sólo era un ambiente por cada 106 metros cuadrados de casa, la cama, el sillón, la mesa para comer algo y hasta una zona de lectura estaban a pocos pasos de distancia. Algunos lo podrían llamar pequeño, pero nos gusta la palabra acogedor como característica de las cabañas.
Salidas al exterior

El proyecto que volvieron realidad los inseparables amigos -y luego de ésto más inseparables que nunca- tenía que ver fundamentalmente para escaparse, y por ello es que en cada pared de sus cabañas, una puerta o una ventana hacia el exterior debía ser colocada.
Ya sea en lugares superiores, en posición apaisada, o de cualquier manera, una ventana debía estar presente porque de otra manera, enloquecerían con el tamaño de las cabañas y se sentirían encerrados.
Detalles de arquitectura moderna

Definitivamente Matt García se lució desde el momento que elaboró los planos para darle forma a las cabañas y también hasta el último detalle con los consejos que le dio a los nuevos propietarios.
Las cabañas realmente tienen detalles de última generación. Son muy modernas porque hasta una vara de metal atravesada con tuercas le da un toque de salvajismo puro, pero a la vez son realmente modernas porque cuentan hasta con aire acondicionado.
El problema de la aridez

Como Texas es en sí un estado de los más áridos de todos los Estados Unidos, este era un inconveniente que los amigos debían tener en cuenta. Sobre todo porque la única solución para conseguir un elemento tan vital como el agua la tenían a una hora de distancia.
"Éste es un lugar mágico, pero es muy árido" comentó Zipp. Y estamos seguros de que sin agua, o por más que compren varios litros de ésta antes de instalarse allí, esta cuestión sería un gran inconveniente.
Así contrarrestaron el problema de la falta de agua

Para no tener que subirse a sus coches y conducir durante una hora hacia el centro de Austin, lugar que justamente intentaban alejarse, el arquitecto que les diseñó las cabañas les aportó la solución.
García se lució nuevamente al elaborar los techos de las cabañas con inclinaciones hacia el medio de la estructura, de modo que recolecten el agua de las lluvias. Pero... ¿se tomarían el agua natural de la lluvia directamente? No... nada de eso...
La recolecta de agua

El método para recolectar el agua ya estaba listo, por ende, el arquitecto García colocó un tanque para poder reservar el líquido de las precipitaciones allí y lo conectó con la zona común entre las cabañas.
"Hicimos lo posible para reservar cuanta agua pudiésemos de las precipitaciones, de los árboles nativos y del pasto. Por fortuna, esto fue un hecho hermoso" recordó Zipp. Aún así, le restaba un paso más al líquido para poder ser ingerido.
La zona comunal es preponderante

Uno de los últimos diseños de García incluyó una zona comunal de 450 metros cuadrados para que las parejas se relacionaran entre sí y en donde también colocó una enorme cocina, una importante heladera, un comedor y hasta una habitación para huéspedes con camas cuchetas.
De esta manera, las familias contaron con un lugar más para esparcimiento, en donde podían cenar todos juntos, pero también un espacio imprescindible para poder calentar el agua, quitarle las bacterias al hacerlo y poder ingerirla.
¿Será su lugar del retiro del trabajo?

La pareja Zipps y sus amigos no están listos para el retiro de su profesión pero sí han dado un gran paso para ello, ya que Bestie Row puede ser su lugar en un futuro.
En la actualidad, las parejas no viven en las orillas del Río Llano a tiempo completo sino que varían sus vacaciones en otros lugares pero sí suelen viajar allí para el 4 de Julio, el día de la independencia estadounidense o el Día de Acción de Gracias.
Es realmente un lugar cálido

Todos los diseños del arquitecto, las ideas de los dueños y cada paso que se dio en la elaboración de este nuevo pueblo tuvo como objetivo el preservar la naturaleza y hacer de la zona un lugar acogedor. "Sólo queríamos una sensación cálida que compensara la frialdad del metal en el exterior" apuntó García sobre la sensación de madera a madera.
Y por su parte, Jodi Zipp concluyó: "Es como una película de Disney aquí. Tenemos liebre, lince, ciervo y todo tipo de aves. A medida que pasamos más y más tiempo aquí, nos encontramos más y más".