Comidas típicas y curiosas de México que no te puedes perder

Ya sea que visites un restaurante de comida mexicana en tu país, o que vayas de visita a México, a alguna de sus playas, o ciudades coloniales, o grandes metrópolis, estas son algunas de las comidas típicas y curiosas de México que no te puedes perder.

Desde los típicos tacos, como los de la foto, siempre sobre tortilla, a menudo de maíz, suave y nunca dura, que puede contener lo que sea, desde sesos y lengua de res hasta pollo o nada más aguacate y sal, y hasta el mole poblano, con sus más de 20 ingredientes, la comida mexicana es de las más reconocibles y gustadas en el mundo.

Tacos al pastor

Foto: FREDERIC J. BROWN/AFP/Getty Images
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Su origen viene del cruce de dos culturas, cuando emigrantes libaneses y sirios se establecieron refugiados en México en la década de 1920 y trajeron consigo el arte y costumbre de cocinar carne en el "trompo", carne que aquí se volvió de cerdo y se bañó con achiote. Muchos años después la cadena de taquerías El Fogoncito comenzó a vender los tacos, con limón, cebolla, cilantro y piña, y desde entonces son referente mundial de la comida rápida y deliciosa en México.

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Cochinita pibil

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Foto: Cyrus McCrimmon/The Denver Post via Getty Images
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Un platillo típico de la región maya de México: la península de Yucatán y la frontera con Guatemala y Belice, la cochinita pibil es un cerdo, de preferencia femenino, preparado como la carne al pastor en una salsa hecha con achiote y chiles que se cocina en un agujero en la tierra, llamado "pib". Se sirve en tacos acompañado de frijoles, limón, chiles habaneros y cebolla morada.

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Chiles rellenos

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Foto: Brian Brainerd/The Denver Post via Getty Images
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Los chiles, junto con el maíz, el frijol y el jitomate, son la base de la comida mexicana, así que no asombra que también se preparen como plato fuerte por sí solos. En este caso se utiliza el chile poblano, que es una variedad mucho menos picante y bastante más grande que otros chiles como el jalapeño o el habanero. Estos chiles se lavan, se les quita las semillas y las venas y se rellenan de carne, pollo, queso, frijoles, o cualquier otra cosa. A menudo se sriven acompañados de arroz.

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Chiles en nogada

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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El platillo mexicano, o bueno, uno de los platillos mexicanos más reconocidos, se supone lo inventaron en la ciudad de Puebla para agasajar al primer gobernante de México independiente, el emperador Agustín de Iturbide. Al llevar los colores de la bandera (el verde del chile y del perejil, el blanco de la salsa de nuez y el rojo de la granada) simboliza la tradición culinaria de México contemporáneo. El chile relleno en este caso va relleno de un picadillo de carne de res con pasas, jitomete, cebolla, ajo, almendras y plátano.

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Mole

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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Si hay un platillo que le puede y debe pelear el lugar de honor en la cocina mexicana a los chiles en nogada es el mole, ya sea el típico, poblano o el oaxaqueño, muy similar, o el verde, el rojo, el pipián, el manchamanteles... hay tantos nombres para el mole porque la palabra deriva del vocablo mulli que en náhuatl significa salsa o platillo. El mole negro poblano tradicional lleva más de veinte ingredientes entre los que hay al menos tres chiles diferentes, tortillas tatemadas y molidas, ajonjolí, clavo, canela y chcocolate, y muchos otros.

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Enchiladas

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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Enchilada es el nombre que se le da, además de a la sensación de haber comido mucho picante, a un conjunto de tortillas que son bañadas en alguna salsa y que van rellenas de algún contenido. Esta salsa puede ser salsa verde o roja o un mole o dos, y el relelno puede ser desde carne y pollo hasta champiñones y queso. El límite de salsas y rellenos queda sólo al gusto de quien lo prepara y consume.

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Cabrito

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Foto: Luis Davilla/Cover/Getty Images
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Un platillo típico de Monterrey, ciudad del norte del país, que comparte la tradición con España y varios países de América Latina, como Argentina, el cabrito estilo norteño se prepara primero marinado en una salsa especial picosa que luego de haberse cocinado a las brasas le da a la carne una textura y sabor muy distintivo. Su consumo a menudo se acompaña de frijoles, tortillas y cerveza y es muy común encontrar restaurantes en todo México que lo preparen.

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Huitlacoche

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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Mientras que en casi todos los países del mundo que cultivan maíz el hongo que le crece a las plantas cuando hay demasiada humedad se considera una plaga, en México se considera que el huitlacoche es un manjar digno de reyes. El hongo se extrae cuidadosamente con cuidado, se cocina al vapor y se sirve en tacos o quesadillas con queso o solo. El sabor, que explota con cada mordida, es muy especial, sobre todo cuando está sazonado por un cocinero experto.

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Chapulines

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Foto: JORGE UZON/AFP/Getty Images
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Un taco de chapulines, o grillos, o saltamontes, no sería lo que uno creería lo más atractivo de la comida mexicana, pero no deja de ser curioso y, sobre todo, sabroso. Los chapulines se comen en el centro y sur del país, sobre todo en los estados de Oaxaca y Guerrero, y se fríen con una mezcla de chiles y limón hasta que quedan crocantes y deliciosos. Se consumen a menudo en tacos con guacamole y su sabor no es lejano al de algunas papas fritas en bolsa.

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Gusanos de maguey

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Foto: RONALDO SCHEMIDT/AFP/Getty Images
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Los gusanos de maguey bien preparados son una delicia que no se puede perder nadie dispuesto a probar lo más distinguido de la comida mexicana. Difíciles de obtener, ya que se consideran una plaga de la planta del maguey, que se utiliza para hacer desde papel y endulzante hasta medicinas y licores, como el tequila y el mezcal, el gusano se asa sin grasa sobre un comal y se come a menudo en tacos con aguacate o guacamoles y limón. Su sabor es como a carne de la mejor calidad y su textura es crocante. Una delicia.

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Escamoles

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Foto: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
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El caviar mexicano, los escamoles son las larvas o huevos de una especie muy agresiva de hormiga, llamada güijera, que se recolectan sólo una vez por año en sus hormigueros que a menudo están varios metros bajo tierra. Debido a esto el platillo es muy caro, pero vale la pena. El sabor es suave y sutil, a la vez que inesperado y para nada recuerda a un insecto. A menudo se preparan con mantequilla y epazote (o paico) aunque también se mezclan con ajo o se le grega a la mezcla del maíz para hacer tortillas.

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Quesadillas de flor

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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Las quesadillas se distinguen de los tacos en que en las quesadillas el maís envuelve el contenido, como en una empanada, y en los tacos sólo se utiliza como vehículo. En este caso, las quesadillas están rellenas de flor de calabaza, que es un sabor muy especial, como silvestre y fresco, y que a menudo se sirven combinadas con queso o champiñones ya sea cocinadas o crudas. La flor de calabaza es muy apreciada en todo México.

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Nopales

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Foto: OMAR TORRES/AFP/Getty Images
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El nopal o cactus es muy apreciado en México y se consume hervido o asado con un poco de sal o limón y alguna salsa, acompañando carne o frijoles o cebollas de cambray y embutidos, o simplemente solo, tras haberle quitado todas las espinas, por supuesto. El sabor es ácido y similar al de un limón, pero sin la dulzura y la textura es agradable, aunque sueltan un líquido baboso, que también se come, que a algunos les encanta y a otros les desagrada. La mayoría del nopal se cultiva en los alrededores de la Ciudad de México.

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Tostadas

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Foto: Jessica Rinaldi for The Boston Globe via Getty Images
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Al igual que lo que sucede con los tacos y quesadillas, la tostada no es un platillo en sí, sino la base de un platillo. Un círculo de masa de maíz, a menudo con ajonjolí y sal, en vez de prepararse para que quede suave para tacos o moldeable para quesadillas, se fríe o tuesta (de ahí el nombre) hasta que queda duro pero plano (muchas veces ondulado). A esta plataforma ya tostada se le agregan encima, en forma de pirámide, ingredientes de todo tipo hasta que aguante.

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Tlayuda

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Foto: Spencer Weiner/Los Angeles Times via Getty Images
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La "Pizza Mexicana" como se ha llamado a la tlayuda, es una gran tostada, del tamaño de un plato grande, que se recubre de frijoles, se cubre con queso deshebrado y encima se le coloca carne salada y carne enchilada (cecina y tasajo) al igual que longaniza, un tipo de chorizo, aguacate y rodajas de tomate. El resultado es un platillo que se puede comer compartido o a solas como plato fuerte o entrada y que es muy consumido en la zona sur del país.

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Tortas

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Foto: Xinhua/Francisco Canedo via Getty Images
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Una torta es un estilo de pan, llamado telera o bolillo, que se rellena con ingredientes. Hay tantas tortas como mexicanos, ya que el requisito es sólo no ser un sandwich o usar otros tipos de pan. Hay quienes les agregan siempre frijoles, mayonesa o aguacate, hay las que siempre llevan cebolla o jitomate, o incluso las que se sirven sumergidas en salsa. Los rellenos: pierna, huevo, salchicha, jamón, queso, tocino, salami, milanesa, pollo, pavo, chorizo, o hasta tamales, chilaquiles y chiles rellenos.

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Tamales

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Foto: Wolfgang Kaehler/LightRocket via Getty Images
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Envueltos en hoja de maíz, aguacate, maguey o plátano, los tamales son pequeños "pasteles" de masa maíz que se rellenan de pollo en salsa verde o roja, carne, cochinita, chiles, conejo, pescado, guajolote, miel, frutas o cualquier cosa. Una vez cocinados la masa queda esponjosa y su sabor acompaña y complementa al contenido. Cuando se consume un tamal dentro de un pan, cosa común en las mañanas en México, el nombre que se le da es "guajolota" a la torta resultante.

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Barbacoa

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Foto: Lawrence K. Ho/Los Angeles Times via Getty Images
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En México se le llama barbacoa no al asado sobre una parrilla con salsa preparada a base de ketchup o catsup, sino a un estilo de preparar el chivo o borrego dentro de un agujero con piedras calientes y envuelto en hojas de maguey y nopales. El producto resultante, cocido en su jugo, resulta una carne muy jugosa y suave que aunque es originaria del centro de México, sobre todo del estado de Hidalgo, se ha extendido por todo el país. Se suele acompañar de tortillas, cilantro y cebolla, y salsa "borracha" que se prepara con tequila.

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Pan de muerto

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Foto: Denver Post Photo by Cyrus McCrimmon/ Getty Images
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El pan tradicional de las celebraciones de día de muertos en todo México, pero sobre todo en las costas del pacífico y el centro del país, el pan de muerto es un pan dulce que se prepara con ajonjolí, anís, azúcar y otros ingredientes. De forma tradicional, el pan se consume o se coloca como ofrenda en un altar de muertos a la que se supone asistirán los difuntos en espíritu a compartir el banquete el día 2 de noviembre de cada año.