20 curiosidades sobre la vida y trayectoria de Angélica Rivera
Tras haber sido una de las actrices más populares de la televisión mexicana en las décadas de los noventa y del dos mil, Angélica Rivera puso en pausa su carrera artística para dedicarse a su rol de Primera Dama como esposa del presidente Enrique Peña Nieto entre 2012 y 2018. Sin embargo, a partir de que el año pasado concluyera esa etapa de su vida, así como su matrimonio con el exmandatario, ha expresado su intención de emprender su esperado regreso a la pantalla.
A la espera de que se concreten los nuevos proyectos de la famosísima "Gaviota", te ofrecemos aquí un recuento de lo más destacado de su trayectoria.
Su infancia dentro de una familia tan numerosa como unida

Angélica Rivera nació el 2 de agosto de 1969, siendo hija del matrimonio conformado por el doctor Manuel Rivera Ruiz y la señora María Eugenia Hurtado Escalante. La pequeña Angélica disfrutó de una infancia tranquila creciendo al lado de sus cuatro hermanas (Carolina, Maritza, Adriana y Eliza) y de su hermano Manuel.
Ya desde muy pequeña daba muestras de su vocación artística, especialmente en cuanto a sus inquietudes por la actuación, las cuales tendría oportunidad de cristalizar al paso de los años, alcanzando niveles de popularidad que probablemente nunca imaginó.
Joven ganadora del "Rostro de El Heraldo"

En 1987 la futura actriz concursó en el popular certamen de belleza que en ese entonces el periódico El Heraldo de México realizaba para promover a nuevas figuras en el medio artístico. Tras resultar ganadora y convertirse en "Rostro del Heraldo", se le presentaron oportunidades en el modelaje y apareció por primera vez en la pantalla chica, acompañando nada menos que a Luis Miguel en el videoclip de su exitoso tema “Ahora te puedes marchar”.
El haber sido “Rostro del Heraldo” fue sin duda un trampolín fundamental para su carrera y los éxitos que la esperaban, tal y como lo fue para actrices de la talla de Verónica Castro o Lucía Méndez, quienes también ganaron dicho certamen en la década de los setenta.
Sus inicios en la pantalla como conductora de TNT

El género del videoclip, que tuviera tanto auge en los ochenta a partir del fenómeno que significó la irrupción de MTV, fue importante para la carrera de Angélica Rivera no solo por haber aparecido en uno con Luis Miguel, sino también porque poco después se convirtió en conductora del programa TNT.
En dicho espacio presentaba junto con Martha Aguayo los videoclips del momento, además de que contaban con la participación de artistas invitados a quienes entrevistaban, todo ello en un set casual (como si se tratara de un acogedor departamento), y en un estilo desenfadado y divertido que le permitió lucir su gran carisma.
Dulce desafío, su debut en telenovelas

Entre 1988 y 1989 se le presentó a Angélica Rivera la oportunidad de interpretar su primer papel en una telenovela: la muy exitosa Dulce desafío, protagonizada por Adela Noriega y Eduardo Yáñez.
La historia transcurría en un internado al que ingresaba Lucero, el personaje encarnado por Adela Noriega, y en el cual coincidía con otras chicas cuyas distintas problemáticas daban pie a diversas subtramas. Una de ellas era María Inés, una joven tranquila y enamoradiza, a la que dio vida precisamente Angélica Rivera.
Sus vínculos con Verónica Castro

Otra de las primeras telenovelas en las que Angélica Rivera participó fue Mi pequeña soledad (1990), con la actuación estelar de Verónica Castro. La consagrada actriz era uno de los grandes modelos a seguir para la joven Angélica, quien la admiraba desde su adolescencia y años atrás había asistido como fan a una de sus filmaciones, siendo la propia Verónica Castro quien, al verla ahí, le recomendó que se presentara al certamen del "Rostro del Heraldo".
Pero la relación entre ambas iría aún más allá, pues además de ser en cierta forma su "madrina" y descubridora, la reina de las telenovelas se convirtió también en cuñada de Angélica, pues justo en esa época esta inició su relación sentimental con el productor José Alberto Castro, hermano de Verónica.
El gran éxito de Alcanzar una estrella II

Un año más tarde Angélica Rivera apareció en una de las telenovelas que le darían mayor proyección en su primera etapa: Alcanzar una estrella II (1991), cuya trama giraba en torno a la conformación de un grupo musical llamado Muñecos de papel, integrado por personajes a los que dieron vida Sasha Sokol, Bibi Gaytán, Erick Rubín, Pedro Fernández y el mismísimo Ricky Martin, en su primera experiencia en México en un proyecto de larga duración.
Como parte del grupo, Angélica Rivera interpretó a Silvana, una chica talentosa pero un tanto presumida, siempre preocupada por captar la atención de las cámaras.
Su faceta como cantante en Muñecos de Papel

Dado el enorme éxito que tuvo Alcanzar una estrella II, el grupo Muñecos de papel trascendió la pantalla y se convirtió en toda una realidad. Bajo la batuta del productor Luis de Llano Macedo (creador asimismo de grupos como Timbiriche o Kabah), grabaron dos álbumes de estudio y dieron una gira a nivel nacional presentándose en diversas ciudades de México. Angélica Rivera exploró así su faceta como cantante, destacándose sobre todo en la interpretación del tema "Para llegar", canción en la que era la voz principal.
Años después, en 2007, volvería a tener éxito como cantante al grabar junto a Pepe Aguilar el disco con los temas de la telenovela Destilando amor, obteniendo incluso un premio por parte de la revista Furia Musical.
Toda una celebridad juvenil a principios de los noventa

En esos primeros años de los noventa Angélica Rivera alcanzó rápidamente gran popularidad y era habitual que apareciera en portadas de revistas de gran circulación, como fue el caso de la muy popular revista Eres, de Editorial Televisa, que incluso llegó a publicarse para parte de Latinoamérica y la población latina en Estados Unidos. Estaba dirigida al público adolescente y joven, y sus páginas abordaban temas como la música, la televisión, el cine y la moda, además de incluir consejos y tests. Por lo general en cada portada aparecían dos celebridades, y Angélica tuvo ese papel en varias ocasiones, al lado de artistas como Chayanne o Luis Enrique.
Sueño de amor, su primer protagónico

En 1993 le llegó a Angélica Rivera la oportunidad de interpretar su primer papel protagónico en una telenovela, al darle vida al personaje de Isabel en Sueño de amor, donde compartió créditos con Omar Fierro, Cynthia Klitbo y Sergio Basáñez.
Dentro de la historia, Isabel es una chica de origen humilde que se lleva una decepción al casarse con un hombre rico que quiere convertirla en una artista de concierto, pero que resulta ser un tipo inestable y muy celoso. Isabel terminará encontrando el amor al lado del personaje interpretado por Omar Fierro, mas no sin antes pasar por muchas vicisitudes e infortunios.
La dueña, su consolidación como primera actriz

Dos años más tarde, en 1995, su segundo rol protagónico la consolidó como primera actriz al interpretar a Regina Villarreal en La dueña. Regina es una hermosa joven que hereda una gran fortuna tras la muerte de sus padres, pero una decepción amorosa al ser engañada por su prometido, Mauricio Padilla (Eduardo Santamarina), hace que se convierta en una mujer resentida y de carácter frío. Se traslada entonces a "Los Cascabeles", un rancho de su propiedad donde podrá reencontrar el amor junto a José María (Francisco Gattorno), dueño de una hacienda vecina.
Su actuación en este melodrama le valió a Angélica Rivera su primer premio TvyNovelas como “Mejor revelación femenina”.
Huracán, una historia de amor contra viento y marea

Tras una pausa de un par de años en los que se dedicó a la maternidad luego del nacimiento de su hija Sofía (primer fruto de su relación con José Alberto Castro), en 1997 Angélica Rivera volvió a brillar como actriz en la telenovela Huracán.
Grabada casi en su totalidad en Mazatlán, Sinaloa, cuenta la historia de amor entre Helena y Ulises, interpretados respectivamente por Angélica Rivera y Eduardo Palomo, quienes después de muchos años de haber vivido un apasionado romance, se reencuentran para reencender la llama de sus sentimientos y compartir su pasión por el mar, ella como bióloga marina y él como marinero, uniendo fuerzas para luchar contra intereses que buscan separarlos y que atentan contra la ecología marina.
Ángela, entre el amor y la venganza

Producida por José Alberto Castro, la telenovela Ángela le brindó a Angélica Rivera la oportunidad de interpretar un nuevo papel protagónico al darle vida a Ángela Bellati, una joven profesora que vive con su madre enferma, quien antes de morir le confiesa que su prima Emilia le destrozó la vida al robarle el amor del padre de Ángela.
Ella entonces se propone pedirle cuentas a su tía Emilia y se traslada a San Miguel de Allende, donde es propietaria de varias minas. Allí los ánimos de venganza de Ángela se verán contrastados por la historia de amor que vivirá con Mariano, un joven ingeniero de minas interpretado por Juan Soler.
Sin pecado concebido, la historia de un amor sagrado

Otra de las producciones de José Alberto Castro que estuvieron protagonizadas por Angélica Rivera fue Sin pecado concebido (2001) en la que la actriz da vida al personaje de Mariana Campos, una joven que tras haberse refugiado en un internado con la idea de convertirse en monja vuelve a la hacienda en la que se crio, donde se reencuentra con Adrián (Carlos Ponce), hijo de una familia propietaria de una importante empresa de perfumes.
Mariana y Adrián sentirán entonces el impulso de revivir su amor, pero tendrán que enfrentarse a múltiples obstáculos, entre ellos la manipuladora y desalmada prometida de Adrián, Raquel Villavicencio (Itatí Cantoral).
Mariana de la noche, estrenándose como villana

En 2003 Angélica Rivera interpretó su primer papel antagónico en Mariana de la noche, en la que encarnó al siniestro personaje de Marcia Montenegro, una mujer fría, cruel y calculadora que le hace la vida imposible a su sobrina Mariana (Alejandra Barros), quien por su parte es una joven bella e inocente que parece cargar con la maldición de que todo hombre que se enamora de ella encuentra un final fatal.
Parece que esto está a punto de cambiar cuando aparece Ignacio Lugo (Jorge Salinas), pero para que su amor salga adelante tendrán que sortear un sinfín de adversidades, empezando por las intrigas de Marcia, que se obsesiona por Ignacio. Por esta actuación Angélica Rivera obtuvo el premio TVyNovelas como "Mejor Villana".
Destilando amor, el vuelo de "La Gaviota"

Sin duda la telenovela que llevó a Angélica Rivera al punto más alto de su popularidad fue Destilando amor (2007), versión mexicana del exitoso melodrama colombiano Café con aroma de mujer, con la variante de que el contexto de la tradición cafetalera típica de Colombia es reemplazado por el ambiente de la producción de tequila.
En su papel de Teresa Hernández, conocida como "Gaviota", Angélica Rivera encarna a una bella jimadora que se enamora de Rodrigo Montalvo (Eduardo Yáñez), uno de los potenciales herederos de una familia líder en la producción de tequila. Sin embargo el destino los separará y se ensañará particularmente con “Gaviota”, quien tendrá que librar muchos obstáculos para volver a alzar el vuelo. Por su interpretación, Angélica Rivera ganó el premio TVyNovelas a "Mejor actriz", además del mote que la acompaña desde entonces.
Sus contactos con la realeza como Primera Dama

En 2010, a partir de su matrimonio con Enrique Peña Nieto (entonces gobernador del Estado de México), Angélica Rivera se retiró de la actuación y apoyó a su marido en su campaña rumbo a la presidencia de la República, cargo que este asumió en diciembre de 2012.
De ahí en adelante, en su calidad de Primera Dama, acompañó al mandatario en diversos viajes oficiales, interactuando con los más altos dirigentes así como con los más ilustres miembros de la realeza europea, como la reina Isabel II del Reino Unido o los reyes de España, quienes la condecoraron con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. En este tipo de actos se distinguió en sus atuendos por un estilo clásico, muy distinto respecto al de su etapa como actriz y acorde con los protocolos.
Su labor al frente del DIF

Durante su etapa como Primera Dama, Angélica Rivera desempeñó también el cargo de presidenta nacional del Consejo Consultivo Ciudadano del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), por lo que realizó numerosas visitas a diversos centros de esta institución en el país, impulsando principalmente acciones en favor de la protección y el desarrollo de la niñez mexicana.
Destacó en varias ocasiones que "la fuerza más grande de México está en su gente, en los mexicanos que todos los días estamos dispuestos a tender la mano a quien más lo necesita, a formar alianzas y sumar voluntades en beneficio de lo más hermoso que tenemos como país: nuestras niñas, niños y jóvenes".
Su hija Sofía sigue sus pasos

Sofía Castro, la mayor de las hijas de Angélica Rivera y José Alberto Castro, empezó a seguir desde muy joven los pasos de su mamá en el mundo de la actuación, pues con apenas doce años apareció ya en algunos capítulos de La rosa de Guadalupe. Poco después empezó a participar en telenovelas como Teresa (2010-2011), Cachito de cielo (2012), El hotel de los secretos (2016) o, más recientemente, Por amar sin ley (2018).
También tuvo una participación destacada en el reality show Mira quién baila, al que en alguna ocasión la propia Angélica Rivera asistió para darle su apoyo.
El valor de la familia

Luego de su divorcio del expresidente Peña Nieto, y tras haber dejado atrás sus responsabilidades como Primera Dama, Angélica Rivera optó por mantenerse alejada de los reflectores para enfocarse principalmente en su vida familiar, al lado de sus hijas Sofía, Fernanda y Regina, con quienes ha encontrado la paz y la energía positiva necesarias para reinventarse. Incluso llamó la atención que en la todavía reciente temporada navideña de 2019 celebrara las fiestas no solo con sus hijas, sino también con su expareja y padre de las chicas, José Alberto Castro.
Un sector de la prensa especuló con la posibilidad de un reencuentro, pero el productor aclaró que solo los une la amistad y el cariño a sus hijas.
Preparándose para nuevos proyectos

En julio de 2019 Angélica Rivera tuvo que hacer frente a la muerte de su querido abuelo materno Mario Vargas, quien falleció a los noventa y ocho años. Luego del funeral, en las afueras del Panteón Francés, atendió a los periodistas y aprovechó para enviar un mensaje de agradecimiento a su público por el apoyo que ha recibido en treinta años de trayectoria.
Pero lo más importante fue que hizo públicas sus intenciones de emprender nuevos proyectos para retomar su carrera como actriz. Señaló que su trabajo es su vida y su pasión, y aunque todavía no se ha anunciado ninguna producción en concreto, su reaparición en la pantalla es algo en lo que está totalmente enfocada, en excelente forma para reemprender su vuelo de "Gaviota" a sus cincuenta años.