Un Desastre Doméstico Llevó A Un Histórico Descubrimiento
Si en algún momento de tu niñez se te ha cruzado por la cabeza dedicarte a vagar por los mares en búsqueda de un tesoro perdido tal como se presenta en la saga de Piratas del Caribe, quizás no debas embarcarte, sino buscar más en tu propio territorio doméstico.
Un hecho sorprendente le ocurrió a un hombre británico luego de que el desastre se le presentara de imprevisto. Ya sea por fuerzas superiores o de pura suerte, su desgracia fue recompensada. Conoce la impactante historia.
Pura adrenalina
El hecho de poder descubrir un elemento que ha permanecido escondido durante años y que nadie ha accedido a él puede generar una adrenalina impensada mientras se lo busca. Si te pasaras toda una vida buscando tesoros...¿no sería un día a día divertido?
Eso sí, casi nadie puede desarrollar la historia que este británico vivió. Este descubrimiento, el cual fue conseguido inintencionadamente, le cambió el curso de su vida para siempre.
¡Descubrimiento en el frente de su casa!
El británico, protagonista principal de la historia, nunca pudo imaginar que justo en el territorio que había adquirido yacía un tesoro. Él, como tantas otras personas que hubiesen atravesado la misma situación, no tenía ni la menor idea de qué es lo que encontraría allí.
A pesar de todas esas negativas, y de que la zona en sí no tenía una historia relevante como para encontrar algo, comenzó a excavar, pero por cuestiones de jardinería. El resultado fue realmente raro e increíble.
Él sólo estaba ocupándose del jardín
Lo curioso es que este europeo anónimo no estaba en busca de un tesoro o de una historia por contar, simplemente se encontró con éste al momento de la jardinería. Él atravesaba su rutina diaria y se topó con una historia increíble.
De repente, y en medio de su labor, se sorprendió por algo que vio. Ello no podía ser ignorado para nada, y por más que quisiera, toda su curiosidad lo impulsó para ir más allá.
Simon Marks, el británico afortunado
El hombre que acabó desenterrando un tesoro que había sido ocultado hacía cientos de años fue Simon Marks. Tenía 37 años cuando esta posibilidad única se le presentó frente a él.
Tan repentino como el encontrar este elemento de antaño fue la repercusión que generó este hombre común de la ciudad de Luton en Bedfordshire en Inglaterra. Para entonces, Marks era un ingeniero en sistemas, pero pasó a ser envidiado por los mismísimos piratas.
¿Cómo era la vida de Marks?
Sí que la vida le cambió a Marks, pero hasta allí, él era igual que todos los oficinistas del mundo. Simon trabajaba todas las semanas y los fines de semana eran los momentos en los que se relajaba y pasaba tiempo con su familia y amigos.
Simon era de aquellos que cuando encontraba un momento libre, intentaba deshacerse de todo ese estrés que le generaba su trabajo y eso es lo que hacía durante aquel fin de semana en donde todo cambió.
El inconveniente de ser propietario
Sumado a que Marks debía encargarse de potenciarse en el trabajo, él debía ocuparse de su propiedad. Su casa le presentaba diferentes inconvenientes en el día a día y no tenía descansos para avocarse a otro tema.
Sabemos que las casas suelen necesitar una renovación constante o arreglos. Ya sea una cañería que se rompe, un techo por el cual se filtra líquido u ocuparse del jardín para que éste no luzca como una jungla.
Un domingo cualquiera
Fue aquel domingo en el cual Simon tomó las riendas de su propiedad y puso manos a la obra para dejarla en las mejores condiciones posibles. Dentro de las toneladas de cuestiones que debía resolver, él poco se imaginó que, la casa del cual era dueño, acabaría dándole una sorpresa.
Así fue como Marks comenzó con sus tareas diarias hasta que por algún punto se embarcó en el jardín de su domicilio, justo frente a su garaje.
Problemas con el auto
Marks ya había planeado todo su fin de semana para cumplir con los labores de la casa y luego relajarse, pero de repente todo cambió. Él ya había hecho planes para cuando el día avanzara y por ello quitó su coche Vauxhall Zafira negro de la entrada de su garaje.
Fue justamente allí que cierta fricción que sintió al conducirlo le llamó la atención. Por algún motivo la rueda del automóvil se había quedado atorada...
Su día empezó a cambiar
Era la primera vez que Simon Marks atravesaba por un hecho como tal al momento de retirar su coche de la entrada y ello lo preocupó. Si bien no sabía cual era la razón de que las ruedas de su vehículo se habían frenado, pensó que éstas habían caído en una especie de hueco.
¿Sus trabajos en la jardinería de la casa quizás habían influido en algo? Lo que sí sabía Marks es que sus planes de un fin de semana relajado se habían acabado.
Marks esperó lo peor
Como gran parte de los seres humanos, cuando algo imprevisto nos corta la rutina, pensamos en lo peor. Simon se enloqueció al ver que su propiedad descendía en la tierra como si un terremoto afectara sólo a su casa.
Como no tenía idea de cómo proceder ante esta situación, llamó de inmediato a su padre para que le ayudara. Tiempo después, el protagonista de la historia reveló: "Estaba totalmente aterrorizado porque la casa podría desaparecer en la tierra".
¡Un cráter en medio de su casa!
Mientras que Simon se comunicaba con su padre, descendió del vehículo y se dio cuenta del enorme problema al cual se enfrentaba. Un cráter enorme había tomado lugar en la puerta de su garaje. Ya no era un pequeño bloqueo para su auto sino un daño impensado que su casa sufría.
Simon tomó el teléfono y le envió una fotografía a su padre mientras aún intentaba abstraerse de la realidad que vivía.
Un agujero tan enorme como para caerse dentro
Ya al haber informado a su padre del otro lado del teléfono, comenzaron a diagramar qué es lo que debían hacer. Ponte en su lugar, ¿qué es lo que harías tú en ese momento?.
Marks se decidió a hurgar un poco en el hueco para quizás descubrir, con un poco de suerte, qué es lo que había ocasionado la situación. Mientras esperaba a su padre a que llegara a su domicilio, quitó los adoquines rajados que cubrían el camino de su cochera para poder tener más visual.
No era sólo un sumidero
Simon no pudo frenar sus ganas de arreglar su domicilio, pero también de entender qué es lo que había sucedido. Su padre aún no se hacía presente y él ya había comenzado a remover todas las piedras del pavimento. ¡Necesitaba respuestas de inmediato!
Luego de todo este proceso, la atención de Simon se centró en lo que parecía un agujero grande, pero en realidad era un hecho mucho más especial.
Una escalera hacia... ¿qué?
Entonces... ¿qué es lo que Marks descubrió cuando removió todas las piedras del pavimento? Definitivamente algo inesperado. Él pudo visualizar una estructura similar a la de una escalera que llegaba de la tierra hasta más allá por debajo de las rocas.
Simon nunca había visto algo así o similar en su vida. Quedó totalmente atónito, después de todo, encima de todo ello sólo yacía una simple entrada a su garaje.
Demasiado curioso para preocuparse por su garaje
A este punto, la situación para Marks mutó. Ya poco le importaba el daño que se había generado en su garaje y el no haber podido sacar su coche sin problemas.
Al encontrarse frente a la escalera sólo pensó en que él no estaba capacitado para descender por la misma solo y esperó a su padre. Él sólo contempló el agujero y empezó a imaginar qué es lo que estaría detrás de esto.
¡El palo para las selfies sí que sirvió de algo!
La curiosidad de Marks no podía ser mayor e increíblemente su padre se tardaba una eternidad en arribar. Si bien él había decidido esperar para no tomar riesgos, su intriga creció. Así fue que tomó el famoso palo para la selfie y lo ingresó en el misterioso agujero.
Marks comenzó a tomarle fotografías con su celular a un lugar inexplorado durante cientos de años para poder adelantarse y saber qué es lo que había debajo.
Descubrimiento imprevisto
Con la poca información que había recolectado, pero sobre todo con la presencia de una escalera que le hacía pensar que algo había allí debajo, podía aventurarse a que definitivamente algo había.
Marks empezó a pensar que quizás este no era un hueco ordinario, pero de todas maneras ni siquiera hubiese pensado en lo que encontraría debajo. Aquel impedimento para remover su automóvil de la acera era más que un problema...
Ya había ocurrido un incidente similar
Hacía poco más de cuatro años previos al descubrimiento de Marks que una familia de un pequeño pueblo de Guatemala descubrió algo interesante y en características similares a lo de Marks.
Cuando la familia estaba renovando y remodelando su cocina, se toparon con una circunstancia increíble. La familia Ramirez excavó hasta una cámara con murales de los antiguos Mayas que había sido tapada por cientas de capas a lo largo de los años.
Las posibilidades
Al momento de hacer ese impensado descubrimiento, una serie de arqueólogos arribaron a su domicilio para investigar. Los expertos llegaron a la conclusión de que su propiedad tenía unos 300 años de antigüedad y que probablemente pertenecía a alguien relevante en la sociedad antigua. Es que los muros encontrados debajo no eran regulares.
Entonces, ya sea en Guatemala o en Inglaterra, los misterios de debajo de la tierra pudieron dejar atónitos a todos.
Cerca de descubrir la verdad
Sin que Marks lo supiese, sumado al caso de Guatemala, ya había ocurrido un hecho similar al suyo en tierras inglesas. En una ciudad llamada Plymouth a algunas horas al sur de donde Marks vivía, una pareja había descubierto algo épico. Estos desvelaron un aljibe medieval que estaba debajo de la sala de su casa.
Lo impresionante es que dicho elemento habría sido, según los investigadores, fabricado por los trabajadores de Sir Francis Drake, perteneciente a las expediciones de la marina inglesa.