River-Boca: La Rivalidad Histórica Que Llevó A Suspender La Final De La Copa Libertadores

En todos los países del mundo existe una rivalidad marcada en el ámbito del fútbol. Cada nación tiene un clásico que es el que más público convoca pero lo que cambia es la pasión con la que se siente un partido. Y esta puede variar desde un simple espectáculo deportivo, a la sensación de que se está en presencia de una guerra.

Desde ya hace tiempo que los River - Boca se posicionaron dentro de los clásicos más importantes del mundo y todos los diarios del planeta lo reconocen como tal. Pero nunca antes había sido tan importante un partido entre estos dos, como el que debían enfrentarse por la Copa Libertadores en 2018 y acabó en una final de las más bochornosas de toda la historia del fútbol mundial. Te explicamos por qué se vive así y las causas detrás de toda la agresión.

¿De dónde proviene la rivalidad?

Foto de Keystone/Getty Images.
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Los principios del siglo XX fueron los que marcaron la gran rivalidad entre estos dos clubes que son considerados como los dos más grandes de Argentina, de los más relevantes de América y que han sabido luchar contra gigantes elencos europeos -y vencerlos- a pesar de estar en inferioridad de condiciones.

El puerto de La Boca, en la capital federal de Argentina fue donde ambos se forjaron por la cantidad de inmigrantes que llegaban al país. Era un clásico de barrio que lejos estaba de ser lo que es hoy en día y que se caracterizaba por la caballerosidad y respeto que se mantenía.

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Primer encuentro oficial

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Foto de Taringa.
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La primera vez en la cual River y Boca se cruzaron fue el 24 de agosto de 1913. Los de rojo y blanco vencieron por 2 a 1 a los xeneizes en lo que quedó para la historia como su primer cara a cara y a los pocos años, ya en otro superclásico se vería lo ferviente que eran sus cotejos.

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Ya para 1931, este partido sumó su primer incidente bochornoso. Era el primero de la liga profesional de Argentina y en el cual tanto el público como los jugadores desarrollaron su papel para otorgarle un condimento de euforia. Dentro de la cancha, se suspendió a los 25 minutos el partido por las protestas de los jugadores de River, tres jugadores de aquel equipo fueron expulsados y como se negaron a abandonar el campo, se le dio el partido ganado a boca en las reuniones posteriores.

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Historias surrealistas han ocurrido en este clásico

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Foto de Terry Disney/Central Press/Getty Images.
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Lo que hace aún más relevante a la historia de esta rivalidad es que han sucedido circunstancias que en ningún otro partido de fútbol se han dado. El 30 de junio de 1949, el gran futbolista Alfredo Di Stéfano, de trayectoria en el Real Madrid pero que representó en un principio a River Plate, acabó siendo el portero del club millonario durante seis minutos mientras atendían los médicos al portero titular, Amadeo Carrizo.

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Sólo 3 finales jugaron entre ellos a pesar de que se han enfrentado en unas 247 veces. Sólo han registrado tres finales, en 1976, en 2018 y ésta de Copa Libertadores. Te explicamos como se desarrollaron...

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Final de 1976

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Foto de elgrafico.com.
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El primer partido definitorio que se jugó entre estos dos inmensos equipos fue en la final del Campeonato Nacional del fútbol argentino el 22 de diciembre de 1976. Durante 40 años, el cotejo disputado en la cancha de Racing Club con más de 70 mil personas en las gradas había sido el único en el que se midieron hasta 2018.

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Boca venció en ese encuentro con gol de Rubén Suñé que aprovechó que los jugadores de River en la barrera estaban distraídos para rematar directamente al arco desde un tiro libre. Los xeneizes se llevaron el título aquel año en un partido que fue trabado y tenso, tal cual lo es 40 años más tarde.

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Supercopa 2018

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Foto de Agustin Marcarian/Getty Images.
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El crecimiento de River y Boca fue tal en los últimos años en el fútbol argentino que provocó que ambos elencos se volvieran a cruzar más seguido que lo habitual. Lo que sucedió es que River transitó el peor momento de su historia previo a 2011 y que culminó con el descenso a la Segunda categoría aquel año, mientras que Boca penó en el plano internacional sin realizar buenas presentaciones.

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Cuando River volvió a Primera, el club renació y se impuso como el equipo que más venció de la mano de Marcelo Gallardo. Fue entonces que llegaron a la Supercopa 2018 por ser vencedores de diferentes torneos y en el cual los millonarios vencieron por 2 a 0 en la provincia de Mendoza con goles de Gonzalo Pity Martínez y de Ignacio Scocco.

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La final de la Copa Libertadores 2018

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Foto de Marcelo Hernandez/Getty Images.
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Si bien se pensaba que la Supercopa que se había jugado en Mendoza iba a quedar para la posteridad como el partido más importante por años entre ellos, a finales del 2018 ambos llegaron a la final de la Copa Libertadores, el torneo más importante a nivel de clubes de América.

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Boca sobrepasó al Palmeiras en Brasil con cierta tranquilidad y River sufrió pero logró la heroica contra Gremio, también en Brasil, tras haber caído por 1 a 0 en el Estadio Monumental. A partir de allí, el Superclásico de Argentina se comenzó a vivir como el principio de una guerra en una sociedad argentina que no está preparada para ello.

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¿En qué contexto se da la final?

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Foto de Marcelo Hernandez/Getty Images.
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En cualquier otro país, una final internacional entre dos equipos de una misma nación podría ser un motivo de orgullo y de disfrute como nunca antes, tal como lo puede ser un Real Madrid - Barcelona, un América de México - Chivas de Guadalajara o un Nacional - Peñarol en Uruguay.

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El hecho es que como en Argentina se está viviendo hace décadas un proceso de degradación de la sociedad, un partido de fútbol desnuda la verdadera parte del público. Con el aval de la policía, que en muchos casos es cómplice de los delincuentes, se liberan zonas para la agresión y existen enfrentamientos entre una misma hinchada -ni siquiera entre rivales que también sería una manera de actuar incorrecta- porque el argentino en sí vive una etapa de intolerancia y falta de educación.

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Partido de ida de Copa Libertadores

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Foto de Marcelo Endelli/Getty Images.
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El encuentro de Ida de la Copa Libertadores que se disputó en el estadio de Boca Juniors, La Bombonera acabó con un 2 a 2 que dejó las puertas abiertas a la definición en El Monumental, lo que provocó más expectativa. Y eso que el encuentro que debía disputarse el sábado 10 de noviembre se vio postergado para el domingo 11 porque el estadio no soportó la cantidad de agua que cayó aquel día.

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No hubo serios incidentes pero sí los del día a día que en Argentina son comunes como que los hinchas locales apedreen el micro visitante cuando ingresa al estadio. Afortunadamente, ningún futbolista fue herido. Por motivos de fechas, la CONMEBOL, ente que rige al fútbol Sudamericano en torneos internacionales, decidió que la revancha se disputara dos semanas más tarde de la primera final.

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Temas de seguridad

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Foto de EITAN ABRAMOVICH/AFP/Getty Images.
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Para intentar que la final se dispute con total tranquilidad, las autoridades de la CONMEBOL, de River, de Boca y de la Ciudad de Buenos Aires se reunieron. En Argentina se llevaba a cabo la reunión entre presidentes llamada G-20 por ende, desde el 30 de noviembre al 1 de diciembre, no se podía desarrollar un evento deportivo.

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Además, por temas de seguridad, el organismo estatal señaló que no se debería disputar de noche para facilitar el control del público que se acerque, ni en día de semana, para alborotar el funcionamiento de la ciudad. Entonces, se sentenció que se jugaría un fin de semana y en horario diurno.

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El presidente de Argentina no quería esta final

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Foto de EITAN ABRAMOVICH/AFP/Getty Images.
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Durante 13 días se vivió en los medios de comunicación un bombardeo de información sobre el partido que paralizó el país. Desde mensajes estrictamente futbolísticos, hasta los terribles hechos que esto podría provocar en caso de que algo malo sucediera.

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Hasta la palabra del mismo presidente de la Argentina, Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors que comentó: "Prefiero que uno de los dos brasileros gane antes de tener esa final". Mientras que por otra parte, Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad de la nación había señalado: "Si podemos organizar un G-20 como no vamos a poder organizar un partido de fútbol".

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El incidente que cambió el estado de la final

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Foto de tycsports.com.
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El horario del comienzo del partido se acercaba y el Estadio Monumental se llenó con más de 60 mil personas y aún continuaban acercándose más simpatizantes. En ese período, el micro de Boca Juniors arribaba al estadio cuando a seis cuadras del mismo fue agredido por supuestos simpatizantes del club riverplatense.

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En la intersección de Av. Lidoro Quinteros y Av. del Libertador, el transporte de Boca fue apedreado por personas que poco le importaba el partido en sí y sólo querían ocasionar daños. Sumado a ello, la escasa policía que había disparó gases lacrimógenos para controlar a las personas, el mismo gas que ingresó al autobús de Boca y causó más malestar en la salud de los futbolistas.

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Lesiones y un estado de ebullición terrible

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Foto de Gustavo Ortiz/picture alliance via Getty Images.
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Los medios de comunicación informaron de la llegada de los jugadores de Boca al estadio y pudieron observar notablemente cómo la mayoría de ellos se veía afectado por el efecto del gas pimienta que habían arrojado los policías y conmocionados por las piedras que habían recibido y que habían roto cuatro vidrios del transporte.

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Los jugadores más afectados del plantel xeneize fueron el mediocampista titular Pablo Pérez y el volante suplente Gonzalo Lamardo. El presidente de Boca, Daniel Angelici mantuvo una reunión con el presidente de la CONMEBOL Alejandro Domínguez y con Rodolfo D´onofrio -presidente de River- a horas del comienzo del partido para que se posponga hasta que se recuperen sus jugadores.

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Una reunión de amenazas

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Foto de ALEJANDRO PAGNI/AFP/Getty Images.
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Luego de ser informado el ente organizador de la situación, éste mandó a sus médicos a corroborar la situación de los jugadores de Boca Juniors los cuales no se dejaron revisar por los especialistas de la CONMEBOL aunque sí a simple vista catalogaron de "lesiones leves" que "no eran motivo para suspender el partido" en los futbolistas xeneizes.

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Durante la segunda reunión que mantuvieron los tres líderes de cada parte, se filtró la información de que el ente americano habría amenazado a Boca Juniors de que si no presentaban un equipo para jugar, el título le sería entregado a River Plate. Aunque el presidente de River dejó en claro que bajo esas circunstancias su equipo no quería vencer.

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Partido postergado

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Foto de EITAN ABRAMOVICH/AFP/Getty Images.
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Con la decisión de jugarlo por parte de la CONMEBOL, la primera información fue de que el encuentro no se disputaría a las 16 horas sino que pasaría a las 17.15 horas para darle tiempo a que los futbolistas de Boca se recuperaran. Con el correr de los minutos, se fijó un nuevo horario, el de las 18 horas pero a ese punto, la postura del club visitante ya era otra.

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Entre reuniones con los titulares de la CONMEBOL y lo que sucedía en el vestuario del Monumental, a Angelici -presidente de Boca-, tanto los jugadores como el cuerpo técnico con Guillermo Barros Schelotto a la cabeza, le manifestaron que así no jugarían el partido y que buscara la suspensión del mismo.

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Se postergó para 24 horas más tarde

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Foto de NORBERTO DUARTE/AFP/Getty Images.
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Con un estadio repleto de 60 mil personas que ya habían estado esperando durante más de 5 horas el encuentro, la CONMEBOL cedió y sentenció que el partido se vería postergado para el día siguiente, domingo a la misma hora. En varias de esas reuniones hasta participó el presidente de la FIFAI, Gianni Infantino que también estaba en el estadio para presenciar la finalísima.

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Luego de que se tomara la decisión, los simpatizantes de River abandonaron el estadio mientras que los dirigentes de ambos clubes comentaban en los medios de comunicación lo bochornoso de la situación. Mientras tanto, en las inmediaciones del estadio, miles de personas intentaban ingresar al estadio sin su entrada aún a sabiendas de que el partido había sido postergado.

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Clausuran el Estadio Monumental

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Foto de Jam Media/Getty Images.
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La última noticia de aquel sábado terrible se dio casi al final de la jornada cuando el recinto en donde se iba a disputar el partido sufrió una clausura preventiva por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por aquellos incidentes cuando el partido se había suspendido y en el cual miles de personas arremetieron contra el estadio.

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Increíblemente, fue el Gobierno de la Ciudad el que ejecutó la clausura, el mismo ente que debió escoltar y proteger al micro de Boca en su llegada, acción que no pudo llevar a cabo de manera correcta y que sufrió daños en sus vidrios. El mismo ente que controla a las fuerzas policiales que reprimieron con gas lacrimógeno... increíble...

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Boca recurre a los escritorios

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Foto de JAVIER GONZALEZ TOLEDO/AFP/Getty Images.
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Cuando el plantel xeneize pudo abandonar el estadio de River Plate y se refugió en su concentración en la zona de Puerto Madero, los dirigentes de Boca le solicitaron al presidente de que en estas condiciones el partido no debía ser jugado el día posterior y que Angelici debía buscar la suspensión total del partido y que se lo den ganado a Boca por los incidentes ocurridos.

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Es entonces que el presidente de Boca reveló que en el estadio Monumental había firmado un papel importante para la consecución de los hechos al cual llamó el Pacto de Caballeros. Éste, que estaba firmado por Domínguez, D´onofrio y el propio Angelici mencionaba que el partido se jugaría cuando los dos equipos estén en igualdad de condiciones. Pero... ¿qué hacer con el pedido de sus dirigentes?

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A horas del partido, se vuelve a suspender

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Foto de Jam Media/Getty Images.
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La expectativa ya no era la misma que había contagiado a los millones de argentinos y de personas en el mundo que esperaban esta final de finales desde hacía más de dos semanas. El domingo en el cual se iba a disputar la final postergada comenzó con la decisión de Boca Juniors de mandar una presentación a la CONMEBOL para pedir el partido por ganado y al presidente del organismo hablando con los medios y señalando a las 14 horas que "el partido se debía jugar" en esa jornada.

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A horas de que comience y ya con un puñado de miles de simpatizantes que nuevamente se convocaron en el Monumental, Dominguez explicó que el partido se volvió a postergar y que se re-programaría para más adelante para "brindar las condiciones para recuperarse".

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La decisión de CONMEBOL

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Foto de IVAN PISARENKO/AFP/Getty Images.
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La idea que baja desde FIFA y que atraviesa CONMEBOL es que la final se termine disputando en un campo de juego y que no se defina en las negociaciones y reuniones en escritorio, algo por lo que Boca había presionado.

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Lo que sostienen en Boca es que la agresión a sus jugadores no tiene excepción y que el responsable de la seguridad es River, aunque el reglamento se da a interpretación. En lo escrito hace cargo al local de las "inmediaciones del estadio" por lo que se entiende desde el primer perímetro de control, y el micro de Boca estaba justo doblando antes del primer perímetro de control, en el límite.

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Maradona pide que la copa se la den a Boca

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Foto de RASHIDE FRIAS/AFP/Getty Images.
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Desde México y en donde está haciendo un gran labor como entrenador de Dorados, Diego Armando Maradona escribió en su Instagram que quiere que la copa se la den a Boca sin disputar el partido.

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En el texto escribió: "Yo espero que CONMEBOL actúe de manera serie y de por campeón de la Libertadores a Boca. Más allá del amor que tengo por el club, hay un reglamento que cumplir". Y agregó: "Las sanciones son claras. Nos sacaron los puntos en 2015. A mi me gusta ganar en la cancha , pero cuando no te respetan las normas tiene que haber una sanción. Y la sanción es darle los puntos a Boca".